
La apertura del 153° período de sesiones en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires nos dejó, una vez más, un discurso cargado de victimización, omisiones y desvíos de responsabilidad por parte del gobernador Axel Kicillof. En su afán de confrontar con el Gobierno Nacional, el mandatario bonaerense no escatimó en ataques, críticas y acusaciones, intentando justificar el estado crítico de la provincia que administra desde hace más de cuatro años.