EEUU cuestiona el comercio argentino con China por subsidios y trabajo forzado

Una serie de informes elaborados por la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad del Congreso de Estados Unidos volvió a poner bajo la lupa la relación comercial entre Argentina y China. Los documentos, de carácter bipartidario y aprobados por legisladores de ambas Cámaras, describen un conjunto de prácticas que Washington considera distorsivas y que podrían derivar en nuevos conflictos políticos, comerciales e incluso en materia de derechos humanos.

Las observaciones surgieron poco después de que la Casa Blanca difundiera el “acuerdo marco” sobre comercio e inversiones firmado con el gobierno argentino. Ese entendimiento incluye compromisos sobre propiedad intelectual, regulaciones pesqueras, revisión de subsidios industriales y mecanismos para abordar el rol de las empresas estatales chinas en el mercado local.

El informe norteamericano sostiene que China alcanzó posiciones dominantes en sectores estratégicos gracias a una estructura industrial fuertemente subsidiada y al uso extendido de compañías estatales. Según los legisladores, esa política genera un “shock de sobreproducción” que impacta en terceros países, desplaza industrias locales y confina a los mercados emergentes a etapas de bajo valor agregado dentro de la cadena productiva.

Los datos que compila la Comisión subrayan que el número de entidades chinas que operan a pérdida —y que por tanto dependen de apoyo estatal— casi se duplicó en diez años. Este escenario impulsa un incremento sistemático del superávit comercial chino, reflejado en el fuerte desequilibrio del intercambio bilateral con Argentina, que acumuló un déficit de más de USD 7.200 millones en lo que va del año.

El documento también señala sectores específicos donde se detectaron prácticas sensibles. En la pesca, por ejemplo, organizaciones ambientales advierten sobre subsidios, métodos de captura intensivos y el uso de mano de obra en condiciones precarias en flotas de aguas distantes. En paralelo, las plataformas de comercio electrónico Shein y Temu son mencionadas por presuntos incumplimientos de normas laborales, violaciones a la propiedad intelectual y la utilización del régimen estadounidense “De minimis” para ingresar millones de paquetes sin controles aduaneros ni aranceles.

Otro capítulo relevante es el referido al uso de trabajo forzado, particularmente en la región china de Xinjiang. Investigaciones citadas por los legisladores señalan posibles vínculos entre proveedores textiles y el algodón producido en esa zona, donde organismos internacionales y gobiernos occidentales denunciaron graves violaciones a los derechos humanos contra la minoría uigur.

El análisis estadounidense plantea así un escenario desafiante para la Argentina, que en los últimos años incrementó su relación comercial con China, especialmente en exportaciones agrícolas. El nuevo acuerdo marco con Washington busca establecer un marco de mayor transparencia, regulaciones compartidas y estándares comunes en áreas clave, mientras crece la competencia entre las dos principales potencias por espacios de influencia en la región.