El consumo de carne vacuna sigue en mínimos históricos en Argentina

El consumo de carne vacuna en Argentina continúa cayendo y consolida una tendencia preocupante para el sector ganadero. Según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA), en mayo de 2025 el consumo anual per cápita fue de 49,5 kilos, una de las cifras más bajas de la historia reciente.

Este descenso está impulsado, principalmente, por el encarecimiento del producto. En mayo, la carne vacuna subió un 2,6% frente a una inflación general del 1,5%, según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). En los primeros cinco meses del año, la suba acumulada alcanza el 27,3%.

La pérdida del poder adquisitivo llevó a muchos consumidores a optar por alternativas más económicas, como el pollo y el cerdo. De acuerdo con el consultor ganadero Víctor Tonelli, el consumo total de carne aumentó, pero con un cambio marcado de preferencia: “Pasamos de 12 a 65 kilos por persona al año entre pollo y cerdo”.

En paralelo, las exportaciones de carne vacuna comienzan a recuperarse, tras un largo período de caída. Tonelli señaló que países como Paraguay y Brasil ganaron terreno en el mercado internacional durante el parate argentino, aunque aclaró que las importaciones siguen siendo marginales y no afectan el consumo local.

El informe también advierte sobre la creciente desigualdad en el acceso a la carne. En los barrios de mayor poder adquisitivo, los aumentos alcanzaron el 3,3%, mientras que en sectores medios y bajos rondaron el 2,5% y 2,4%, respectivamente. El dato refuerza la idea de que la carne vacuna se encamina a convertirse en un bien cada vez más inaccesible para amplios sectores de la población.