En cinco años, los salarios de los trabajadores estables perdieron 10,6% de poder adquisitivo

La caída se profundizó con la devaluación de diciembre de 2023 y tuvo impacto directo en los niveles de consumo. Qué pasó con los empleados públicos y el sector informal tras la suba del dólar.

Economía11/02/2025SOFIA ZANOTTISOFIA ZANOTTI
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Aunque ya pasó más de un año desde la devaluación implementada por el Gobierno nacional, aún se sienten los efectos de la suba del dólar sobre el poder adquisitivo de los salarios

En los últimos cinco años, el poder adquisitivo de los trabajadores con empleo estable en Argentina sufrió una caída del 10,6%, afectado por el impacto de la inflación y la falta de actualización de los salarios en relación con el costo de vida. La devaluación de diciembre de 2023 aceleró esta pérdida, con efectos directos en el consumo y en la economía en general.

Un deterioro constante
El dato surge de la comparación entre el Índice de Precios al Consumidor (IPC), medido por el INDEC, y la evolución de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE). Mientras que el IPC se incrementó un 2.614,4% entre diciembre de 2019 y diciembre de 2024, el RIPTE avanzó un 2.326,5% en el mismo período, reflejando una brecha de 287,9 puntos porcentuales, equivalente a una pérdida del 10,6% en el poder de compra de los trabajadores formales.

Cabe aclarar que el RIPTE no abarca a la totalidad de los trabajadores asalariados formales, sino que solo incluye a aquellos en relación de dependencia que han sido declarados de manera continua durante los últimos 13 meses, tanto en el sector público como en el privado. Tampoco contempla a los trabajadores informales, cuyo deterioro salarial fue aún más profundo.

El impacto en el consumo y la economía
La pérdida de poder adquisitivo se reflejó en un fuerte retroceso en los niveles de consumo. Durante los primeros once meses de 2024, las ventas en supermercados registraron una caída del 11,9%, mientras que los autoservicios mayoristas experimentaron una contracción del 15%. También se evidenció un descenso en la compra de bienes durables y en el consumo en centros comerciales.

La devaluación y su efecto en los salarios
Uno de los momentos más críticos se produjo en diciembre de 2023, cuando la nueva administración gubernamental aplicó una fuerte devaluación del peso. Según un informe de la Fundación Fundar, en ese mes, el salario promedio registrado del sector privado sufrió una reducción del 11,4%, marcando la mayor caída mensual en los últimos 30 años.

A pesar de cierta recuperación posterior, el poder adquisitivo acumuló una caída del 8,4% interanual en los primeros diez meses de la nueva gestión, situándose en niveles similares a los de 2007. En términos interanuales, entre noviembre de 2023 y septiembre de 2024, la contracción fue del 3%.

En el sector informal, el deterioro fue aún más drástico. Los trabajadores no registrados experimentaron una pérdida promedio del 19% en los primeros diez meses de la nueva gestión en comparación con el mismo período del año anterior, y del 13% en la medición entre noviembre de 2023 y septiembre de 2024.

El sector público, el más afectado
Los salarios del sector público fueron los más golpeados. Entre noviembre de 2023 y enero de 2024, registraron una caída del 22,1%, casi el doble de lo observado en el sector privado. La recuperación fue mucho más lenta y débil: entre noviembre de 2023 y septiembre de 2024, la contracción real fue del 16%, mientras que el promedio de los primeros diez meses del nuevo gobierno marcó una pérdida del 23%.

Por otro lado, los ingresos de quienes perciben la Asignación Universal por Hijo (AUH) lograron un incremento real del 27%, en contraste con la fuerte caída del 46% sufrida por los beneficiarios del Plan Volver al Trabajo (ex Potenciar).

Perspectivas y desafíos
A pesar de algunos intentos de recomposición salarial, la brecha entre la inflación y los ingresos sigue representando un desafío clave para la economía argentina. La recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores formales e informales, así como de los empleados públicos, dependerá de las políticas económicas a implementar en los próximos meses y de la evolución del mercado cambiario.

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