Malvinas y Taiwán

El apoyo chino al reclamo de soberanía argentino sobre las Islas Malvinas es uno de los pilares centrales en la relación bilateral que ambos países mantienen desde hace más de 50 años. Este vínculo genera tensiones en Londres, que observa cómo se consolida esta realidad geopolítica en paralelo al ascenso de Beijing en el escenario internacional.

Internacionales28 de abril de 2022Oscar A CanaveseOscar A Canavese
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A lo largo del medio siglo que ha transcurrido desde el establecimiento de relaciones diplomáticas formales entre la República Argentina y la República Popular China, se observan algunas tendencias que se han mantenido estables en el tiempo; como el intercambio comercial o la cooperación científica.

Además, existe un punto de convergencia y apoyo recíproco que, debido a la importancia geopolítica para ambas partes, se ha constituido en pilar central de la relación bilateral: el apoyo chino al reclamo de soberanía sobre la Islas Malvinas y el argentino a la reunificación pacífica de la isla de Taiwán con la China continental.

Taiwán, también conocida como Formosa, es una isla de unos 35.000 km2 ubicada a 180 kilómetros del continente asiático. Si bien los pueblos originarios de la isla (actualmente entre el 2,4 y 3,4% de la población, dependiendo del criterio con que se mida) arribaron allí hace más de 6.000 años, la isla tuvo crecientes lazos con la China continental a partir del siglo XIII y fue formalmente anexado al imperio por la Dinastía Qing en 1683. Esta situación se mantuvo por más de dos siglos hasta que la isla fue cedida a Japón tras la derrota china en la guerra librada entre ambos países entre 1894 y 1895. A su vez, este control sobre la isla duraría hasta la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial en 1945, momento en el cual fue transferida a la República de China.

Por su parte, el régimen del GMD, con alrededor de 2 millones de personas entre soldados y civiles, se reubicó en Taiwán para continuar afirmando su soberanía sobre el país entero. A partir de ese momento, se generó el “Principio de una sola China”, por el cual tanto la RPC, en control del continente, y la República de China, en control de Taiwán, afirman ser el único gobierno legítimo de China y ambos países coinciden en que la comunidad internacional solamente puede mantener relaciones diplomáticas formales con una de ellas.

Con el correr de las décadas el apoyo chino a Argentina se constituyó como un pilar central de la relación diplomática. En la época de la visita de Raúl Alfonsín a la RPC en 1988, -según un cálculo-, Beijing había respaldado alrededor del 80% de las posiciones mantenidas por la diplomacia argentina en la ONU.

A esto se le suman numerosas y consistentes demostraciones de solidaridad recíproca en los temas de Taiwán y Malvinas a lo largo de los años. 

Vale la pena destacar, sin embargo, que en la ultima visita las declaraciones causaron cierto revuelo. A pesar de formar ya parte de la tradición bilateral de ambos países, esta vez generaron una rápida reacción por parte del gobierno del Reino Unido.

“Rechazamos por completo cualquier cuestionamiento sobre la soberanía de las [Malvinas]. Las [Malvinas] son parte de la familia británica y defenderemos su derecho a la autodeterminación. China debe respetar la soberanía de las [Malvinas]” publicó desde su cuenta de Twitter la ministra de Relaciones Exteriores Británica.

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