Detectan en Pilar una tonelada de carne en mal estado destinada a la venta clandestina

Durante un control rutinario, efectivos de la Guardia Rural “Los Pumas” interceptaron una camioneta que transportaba carne vacuna en condiciones insalubres. El cargamento fue desnaturalizado por representar un grave riesgo para la salud pública.

Policiales 30 de abril de 2025LORENA ACOSTALORENA ACOSTA
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Una intervención de rutina realizada por la Sección Nº 11 de la Guardia Rural “Los Pumas” terminó con el decomiso de casi una tonelada de carne en evidente mal estado, que era trasladada en una camioneta con fines comerciales. El operativo tuvo lugar el lunes 28 de abril en jurisdicción de Pilar, departamento Las Colonias, cuando los agentes patrullaban la Ruta Provincial Nº 10.

Los uniformados detuvieron la marcha de una camioneta Chevrolet S10 de color gris, en cuya caja trasera se observaban bolsas de nylon negro. Al ser consultados, los ocupantes del vehículo —ambos oriundos de Pilar— admitieron que se trataba de carne vacuna fraccionada, que pretendían comercializar.

Inmediatamente se dio intervención a la fiscalía de turno de Rafaela, que ordenó la detención de los implicados y el secuestro de la totalidad del producto para su correspondiente evaluación sanitaria. Un médico veterinario inspeccionó los 33 bultos, de aproximadamente 30 kilos cada uno, y determinó que los cortes presentaban características propias de una faena a campo no autorizada. Se encontraron fragmentos de tierra, restos vegetales, signos de mal sangrado y un avanzado estado de descomposición.

El informe concluyó que la carne no era apta para consumo humano ni animal. Por disposición judicial, toda la carga fue desnaturalizada en el basural municipal de Pilar, en presencia de testigos.

Además de los 1.000 kilos de carne, se secuestraron elementos asociados a la actividad: un par de botas, una cuchilla y una chaira. Los ocupantes del vehículo fueron imputados por infracción al artículo 206 del Código Penal Argentino, que reprime a quien “envenenare o adulterare, de un modo peligroso para la salud, sustancias alimenticias o medicinales destinadas al uso público”.

El caso puso en evidencia los riesgos sanitarios que implica la comercialización ilegal de productos alimenticios sin controles adecuados, y refuerza la importancia de los patrullajes preventivos en rutas rurales.

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