El kirchnerismo cierra filas y rechaza acuerdo por el pliego de Ariel Lijo para la Corte Suprema

José Mayans, líder del bloque kirchnerista en el Senado, exige que el Gobierno nomine un candidato afín a su sector como condición para avanzar en el nombramiento de jueces para el máximo tribunal.

Política 20 de enero de 2025GASTON PAROLAGASTON PAROLA
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En medio de un tenso escenario político, el jefe del bloque de senadores kirchneristas, José Mayans, desmintió cualquier avance en las negociaciones para aprobar los pliegos del juez federal Ariel Lijo y el catedrático Manuel García-Mansilla como integrantes de la Corte Suprema de Justicia. Desde el oficialismo, liderado por la Casa Rosada, impulsan ambas nominaciones, pero la negativa del kirchnerismo parece ser un obstáculo difícil de sortear.

“El pliego de Lijo puede tener los números para el dictamen, pero sigue sin acuerdo porque, como número mayoritario, pretendemos que se nomine a una persona que tenga nuestra visión del Estado”, afirmó Mayans, dejando en claro que las exigencias de su sector Aún no han sido atendidas.

El conflicto se remonta a octubre del año pasado, cuando el kirchnerismo condicionó la aprobación de estos pliegos a la nominación de una mujer afín oa una ampliación de la Corte que incluye cargos clave como el Procurador General y más de 140 vacantes judiciales.

Mayans también destacó que no ha habido avances recientes en las conversaciones. “Que yo sepa, no”, respondió cuando se le consultó sobre posibles negociaciones entre su bloque y el Poder Ejecutivo.

Además de las nominaciones a la Corte, el kirchnerismo exige la inclusión del Presupuesto 2025 en la agenda legislativa de las sesiones extraordinarias. Según Mayans, “es inadmisible seguir prorrogando un presupuesto redactado a multas de 2022”.

El Senado también enfrenta otras tensiones, como el tratamiento del proyecto de ley “antimafia”, que busca combatir el crimen organizado pero enfrenta resistencia dentro del bloque oficialista.

Con un Senado dividido y un panorama político incierto, el futuro de las nominaciones para la Corte Suprema parece depender de un complejo juego de negociaciones que, por ahora, no muestra signos de avance.

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