Dos venadenses denunciaron en los últimos días haber sido víctimas de una extorsión sexual

Dos venadenses denunciaron en los últimos días haber sido víctimas de una extorsión sexual mediante la red social Facebook, tras un intercambio de fotos con una supuesta mujer con la que se escribían. Producto del temor, uno de ellos terminó transfiriendo la suma de 40.000 pesos.

Los hechos son investigados por el fiscal Damián Casullo, y todo se encamina a que la maniobra fue llevada a cabo por presidiarios alojados en el penal de Coronda.

Los mecanismos utilizados por los malvivientes suelen ser similares a la hora de buscar hacerse de dinero. Generalmente, mediante la creación de un perfil falso en Facebook, comienzan a entablar conversaciones con sus probables víctimas. Una vez que se genera un vínculo de confianza, las partes intercambian números telefónicos y la charla continúa vía WhatsApp. El paso siguiente consiste en llevar la conversación a otro nivel, y es el momento donde la “mujer” sugiere pasarse entre ambos fotos íntimas. Es ahí cuando empieza a consumarse el chantaje.

Damián Casullo es el fiscal que lleva adelante la investigación.

A los pocos minutos el hombre recibe una llamada telefónica en donde, seriamente, le informan que será denunciado por intercambiar fotografías con una menor de edad. Y que para evitar que el caso avance judicialmente tendrá que depositar una cantidad determinada de dinero.

Fue así que en los últimos días un venadense cayó en la trampa y terminó transfiriendo 40.000 pesos. Y ante la insistencia de los ciberdelincuentes de acceder a una cifra mayor, terminó radicando la correspondiente denuncia.

Tras las dos denuncias, el fiscal Damián Casullo abrió una investigación que desembocó en un allanamiento en la cárcel de Coronda, arrojando resultado positivo para el secuestro de un dispositivo móvil. Por esas horas, desde el Ministerio Público de la Acusación están analizando en detalle la línea telefónica con el objetivo de hacerse de información para posteriormente proceder a imputar a los sospechosos.