En una audiencia celebrada en los Tribunales de Venado Tuerto, el esposo de Stella Eibner fue imputado por homicidio calificado por el vínculo y por violencia de género, siendo catalogado como un caso de femicidio. El juez de Instrucción Penal Preparatoria, Eduardo Bianchini, dictó la prisión preventiva y rechazó la solicitud de prisión morigerada con salida laboral y pernoctar en la comisaría.

Desde la mañana temprano, un grupo de aproximadamente cincuenta personas se congregó en el Edificio de Tribunales de la calle Castelli para asistir a la audiencia. Entre ellos se encontraban familiares, amigos y compañeras de trabajo de Stella, quienes exigieron justicia para la trabajadora del Hospital de Venado Tuerto.

Previo a la audiencia, el hijo mayor de Stella brindó su testimonio ante el juez, expresando la confusión y el dolor que esta terrible situación ha causado en su familia.

Posteriormente, el fiscal Ivan Raposo presentó de manera detallada las pruebas que incluyen registros fílmicos que muestran al acusado aguardando a Stella, el trágico suceso y un rastro de sangre en la calle Cerrito. Otras cámaras captaron al imputado minutos después ingresando a la empresa cerealera donde trabajaba.

Los registros fílmicos también documentan el momento en que el hijo de Stella fue a buscar a su padre, desesperado por evitar que su madre perdiera la vida frente a la casa de Chile y Cerrito. Estas cámaras muestran al acusado sacando un objeto del automóvil y llevándolo a un galpón.

La sangre encontrada en una prenda lo incrimina aún más, ubicándolo dentro del galpón. En un cajón, se halló una bolsa de ropa manchada de sangre y un cuchillo que se cree que causó las heridas mortales en el cuerpo de Stella.

El detalle de las pruebas presentadas apunta de manera inequívoca hacia la responsabilidad del acusado en este trágico suceso. Durante la audiencia, el hijo de la víctima no pudo contener su angustia y rompió en sollozos. Mientras tanto, el imputado permaneció impasible durante toda la audiencia y se negó a declarar.

El juez Bianchini accedió a la solicitud del fiscal, considerando que, en esta etapa, se ha demostrado la participación del imputado en el crimen y que la expectativa de pena es la prisión perpetua, además de señalar que el sujeto no cooperó con la justicia.