Los Monos Imputados por Extorsiones y Ataques a Agencia de Quinielas por un Millón y Medio de Dólares

Los hechos se remontan a marzo de 2021, cuando Mariana Ortigala y su pareja, Sebastián Felipe, ambos sospechosos de ser testaferros de Cantero, comenzaron a presionar al dueño de la agencia de quinielas "El Califa". En un gimnasio ubicado en Fisherton, los acusados exigieron un asombroso pago de un millón y medio de dólares bajo amenazas de violencia, alegando que esto era necesario para garantizar la "protección" del negocio.

Durante la audiencia inicial del caso, el fiscal Socca destacó las numerosas comunicaciones realizadas por Ariel Máximo Cantero desde un teléfono fijo registrado a su nombre en el penal federal de Marcos Paz. Estas llamadas se dirigían con frecuencia a diferentes líneas telefónicas asociadas a Mariana Ortigala y a su pareja, quienes, además, realizaban visitas regulares a la prisión en Buenos Aires.

La víctima, propietaria de la agencia de quinielas El Califa, finalmente decidió presentarse ante el fiscal Socca después de sufrir una serie de ataques a su propiedad entre junio y agosto de este año. En su declaración, el empresario reveló que había sido víctima de extorsión desde 2021, señalando a Ortigala y Felipe como los responsables de las amenazas. Además, recordó haberlos conocido en el gimnasio La Estación, donde ambos individuos le habían tomado fotografías mientras entrenaba.

El caso está siendo investigado minuciosamente, y la audiencia se suspendió hasta el día siguiente. La jueza María Trinidad Chiabrera dirigirá las próximas etapas del proceso judicial en el Centro de Justicia Penal de la ciudad. Mientras tanto, Ariel Máximo "Guille" Cantero y los demás acusados enfrentarán las graves imputaciones relacionadas con las extorsiones y los ataques a la agencia de quinielas El Califa.