Una mujer de nacionalidad canadiense fue sentenciada a 22 años de prisión después de declararse culpable de enviar una carta con veneno de resina al entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La carta, que contenía ricina, una sustancia altamente tóxica, fue interceptada por el FBI antes de llegar a su destino en la Casa Blanca.

Las huellas de la acusada fueron encontradas en las cartas contaminadas con ricina, lo que condujo a su arresto y posterior condena. La ricina es una sustancia mortal que puede causar la muerte en un período de dos a tres días.

Durante su comparecencia ante la corte, la mujer expresó su pesar por el fallido plan y admitió que lamentaba no haber podido llevarlo a cabo con éxito. El incidente tuvo lugar en septiembre de 2020, cuando la carta fue detectada y detenida en La Casa Blanca antes de llegar a manos del entonces presidente.

La sentencia de 22 años de prisión resalta la seriedad con la que se toma este tipo de amenazas y la gravedad de los delitos relacionados con la seguridad nacional. El caso también pone de relieve los esfuerzos de las agencias de seguridad en la detección y prevención de actos potencialmente peligrosos.