Este proyecto, que nació como una gestión cultural del Gobierno de Teodelina, intenta cubrir las necesidades de lectura de los habitantes de la comunidad, alejados de las grandes bibliotecas nacionales o de librerías cuyas ofertas satisfagan la demanda.

“La pequeña bandida” es el nombre de una furgoneta a bordo de la cual viaja Andrés, quien llegó a Teodelina como parte de su recorrido por todo el país. 

El sábado, frente al cartel de “Teode”; y el domingo frente a la plaza de arena en Plaza Ituzaingó, los teodelinenses agotaron casi la totalidad de los libros que se ofertaban, lo que habla de la necesidad de lectura que nos distingue.

Propuestas como estas, sin duda, ayudan y contribuyen al desarrollo del librepensamiento; como así también al crecimiento como sociedad pensante.

El lunes, en tanto, Javier Swida (quien lleva adelante este proyecto a nivel nacional); visitó algunas escuelas rurales en las que realizó donaciones de libros.

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