Caputo impulsa desregulación para facilitar el uso de dólares en la economía doméstica

El ministro de Economía aseguró que se eliminarán trabas para que los ciudadanos puedan utilizar sus dólares sin justificar el origen, como parte de un cambio cultural y económico que busca incentivar el consumo.

Política 05 de mayo de 2025SOFIA ZANOTTISOFIA ZANOTTI
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El ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, anunció este lunes que el Gobierno avanza en una serie de medidas para permitir el uso de dólares en gastos cotidianos sin la necesidad de declarar el origen de los fondos. La iniciativa, según explicó, busca “remonetizar la economía” y generar condiciones para que los ahorristas se sientan incentivados a utilizar sus divisas.

“Lo que vamos a hacer es que la gente esté más proclive a sacar sus dólares del colchón, caja de seguridad o de donde sea y gastarlos”, sostuvo Caputo durante una entrevista. Aseguró que el mayor obstáculo no es la falta de voluntad de los ciudadanos, sino las barreras burocráticas. “No los gastan porque les rompen los cocos”, expresó en tono coloquial.

La estrategia, que involucra al Banco Central, el Ministerio de Economía y la Agencia Federal de Ingresos Públicos (ARCA), apunta a liberar el uso de dólares sin controles estrictos. “Para que sea un país normal, nadie te pide explicaciones sobre cómo gastás tu plata”, enfatizó el funcionario, señalando que este será un cambio profundo que requerirá un proceso de adaptación social.

En relación al sector agroexportador, Caputo dejó entrever que la reducción de retenciones podría mantenerse si las condiciones macroeconómicas lo permiten, aunque evitó dar definiciones concretas. Recordó que la baja aplicada en los últimos meses respondió al temor de una sequía que finalmente no se materializó, y advirtió que Argentina debe ser cuidadosa con los ingresos fiscales.

“El problema no son los dólares, es la recaudación. No hay margen para errar”, advirtió, al tiempo que destacó el potencial del país en el campo y la energía para los próximos años.

Estas declaraciones marcan una línea clara del Gobierno hacia una economía más flexible, donde el uso de divisas extranjeras pueda formar parte del consumo interno sin fricciones ni restricciones.

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