El Palacio Estrugamou y su vínculo histórico con Venado Tuerto: legado de una era aristocrática

La emblemática residencia porteña, última morada del periodista Jorge Lanata, revive la historia de Alejandro Estrugamou, cofundador de Venado Tuerto y visionario del desarrollo urbano y arquitectónico.

Regionales31 de diciembre de 2024SOFIA ZANOTTISOFIA ZANOTTI
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Palacio Estrugamou, la aristocrática residencia de Lanata en los últimos años.

El Palacio Estrugamou, un ícono de la arquitectura porteña, ha vuelto a ocupar los titulares tras el fallecimiento del reconocido periodista Jorge Lanata, quien residió en este edificio durante sus últimos años. Sin embargo, su relevancia no solo radica en su diseño aristocrático, sino también en su conexión histórica con Venado Tuerto y su cofundador, Alejandro Estrugamou.

Construido en 1929, este palacio ubicado en la intersección de las calles Juncal y Esmeralda, en el barrio porteño de Retiro, es una muestra del lujo y el refinamiento de principios del siglo XX. Diseñado por los arquitectos Eduardo Sauze y August Huguier, combina estilos eclécticos y detalles del barroco francés. Su diseño incluye materiales importados de Francia, pisos de roble de Eslovenia y una réplica en bronce de la escultura "Victoria de Samotracia".

Alejandro Estrugamou, un terrateniente de ascendencia vasco-francesa, jugó un papel crucial en la fundación y desarrollo de Venado Tuerto junto a Eduardo Casey. Además de su impacto en la agricultura y la educación, dejó un legado arquitectónico que se extiende desde la región santafesina hasta la capital argentina. El Palacio Estrugamou, construido como un edificio de renta de alto nivel, fue uno de sus últimos proyectos.

En sus ocho plantas, el palacio alberga departamentos que alcanzan los 400 m², con techos de mansarda, portones de hierro forjado y ventanas curvas de vitraux. Este inmueble sigue siendo símbolo de exclusividad, con propiedades que superan el millón de dólares y valores por metro cuadrado que duplican la media del barrio.

La vida de Lanata, marcada por la intelectualidad y el periodismo crítico, encontró un marco perfecto en este edificio que también sirvió como su espacio de trabajo. En medio de su biblioteca y colecciones de arte, el periodista conectó el presente con un pasado lleno de historia, lujo y visión.

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