Malestar en la Casa Rosada: Gobernadores frustran negociaciones por el Presupuesto 2025

El gobierno de Javier Milei endurece su postura frente a las demandas de los gobernadores sobre el presupuesto 2025, rechazando cambios clave en la coparticipación, la obra pública y la reforma electoral, lo que ha generado incertidumbre sobre el futuro del proyecto en el Congreso.

Política 20 de noviembre de 2024SOFIA ZANOTTISOFIA ZANOTTI
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Javier Milei junto a Luis Caputo

En las últimas horas, las negociaciones en la Casa Rosada por el Presupuesto 2025 sufrieron un golpe significativo, con una negativa rotunda del oficialismo a modificar los puntos clave exigidos por los gobernadores. A pesar de los esfuerzos por parte de funcionarios y asesores cercanos al presidente Javier Milei, quienes se reunieron en Balcarce 50 para intentar mediar entre los reclamos provinciales, la postura del gobierno se mantuvo firme en cuanto a no ceder en cuestiones como la coparticipación, los aportes del Tesoro Nacional y las transferencias a las cajas previsionales provinciales.

La principal consigna del oficialismo, "no hay plata", se convirtió nuevamente en el eje central de la discusión. Desde el gobierno, se sostiene que las demandas de los mandatarios provinciales implican un desajuste fiscal que no es viable, ya que comprometería el superávit que la administración de Milei busca mantener a toda costa. Un alto funcionario explicó que si los gobernadores desean parte de la coparticipación, deberán especificar de dónde se recortarán los fondos para evitar poner en riesgo las finanzas públicas.

A su vez, el oficialismo aprovechó la situación para introducir en la conversación otros temas, como la reforma electoral que había quedado pendiente durante el debate de la ley Bases. La eliminación de las PASO, propuesta por el gobierno, podría implicar un ahorro estimado de 350 millones de pesos, un aspecto que también se vincula al ajuste fiscal que el Ejecutivo pretende aplicar.

En cuanto a la obra pública, el gobierno planteó la posibilidad de frenar las 400 obras provinciales aún no iniciadas, de las cuales solo 100 están en marcha. Este recorte se presenta como una medida necesaria para lograr el equilibrio fiscal, en respuesta a las exigencias de los gobernadores de mantener los compromisos financieros de las provincias.

A pesar de los desacuerdos, las conversaciones no han sido declaradas muertas, aunque por ahora no existen reuniones programadas para reanudar el diálogo. Los gobernadores, por su parte, deberán evaluar si están dispuestos a respaldar al gobierno en este contexto de tensión, especialmente considerando el creciente apoyo popular de Milei.

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