Nueva combinación terapéutica para el linfoma de Hodgkin en Argentina

La ANMAT aprobó un nuevo esquema basado en brentuximab vedotin (BrECADD) que promete mejores resultados, menos toxicidad y tratamientos más cortos para pacientes con linfoma de Hodgkin en estadios avanzados o con factores de alto riesgo.

Salud11/11/2025SOFIA ZANOTTISOFIA ZANOTTI
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El linfoma de Hodgkin es un cáncer hematológico que se presenta, en promedio, en 1 de cada 40.000 personas por año, con mayor frecuencia entre los 20 y 30 años y luego de los 55. En Argentina se estiman alrededor de 870 nuevos casos anuales, con una edad promedio de diagnóstico de 39 años.

En este contexto, la aprobación por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) de un nuevo esquema terapéutico basado en brentuximab vedotin representa un avance concreto para los pacientes. Se trata del esquema BrECADD, indicado para personas con linfoma de Hodgkin en estadio IIb con factores de riesgo, así como en estadios avanzados III y IV.

Los estadios avanzados se caracterizan por la diseminación sistémica de la enfermedad. En el caso del estadio IIb, si bien la enfermedad se mantiene localizada, se acompaña de síntomas sistémicos —como fiebre persistente, pérdida de peso involuntaria y sudoración nocturna— que empeoran el pronóstico y vuelven más complejo el manejo clínico.

BrECADD demostró una supervivencia libre de progresión (SLP) del 94,3% y la posibilidad de lograr la cura en apenas 12 semanas, reduciendo el tiempo total de tratamiento. El esquema fue incorporado a las guías de la National Comprehensive Cancer Network (NCCN) con nivel de evidencia 1A, lo que respalda su eficacia y seguridad como una alternativa sólida frente a las terapias tradicionales.

La decisión de la ANMAT se apoyó en los resultados del ensayo clínico fase 3 HD21, liderado por el Grupo Alemán de Estudio de Hodgkin (GHSG). Este trabajo mostró que BrECADD ofrece un perfil de seguridad superior al esquema de referencia, con menor morbilidad relacionada al tratamiento y una supervivencia libre de progresión no inferior.

Uno de los puntos más destacados es la posibilidad de acortar la cantidad de ciclos de quimioterapia. “Aproximadamente el 70% de los pacientes que participaron en el estudio HD21 presentaron una respuesta metabólica completa tras solo dos ciclos de tratamiento, lo que permitió reducir el tratamiento total a cuatro ciclos en lugar de seis”, explicó la Dra. Carolina Mahuad, médica hematóloga del Hospital Alemán.

La especialista, que también integra la Sociedad Argentina de Hematología, agregó que esta reducción impacta directamente en la vida cotidiana de las personas en tratamiento: menos exposición a fármacos citotóxicos, mejor calidad de vida y una reincorporación más rápida a las actividades habituales.

Por su parte, la Dra. Marta Zerga, ex directora del Área Médica del Instituto de Oncología “Ángel H. Roffo” de la UBA, detalló que la indicación se basa en la estratificación de la enfermedad e incluye tanto estadios avanzados III y IV como pacientes en estadio II que presentan síntomas que los colocan en un nivel de mayor riesgo.

La especialista subrayó además que, en aquellos pacientes que logran un PET negativo luego de los dos primeros ciclos, poder completar solo cuatro ciclos reduce de manera significativa la dosis total de antraciclinas en comparación con los seis ciclos del esquema estándar.

De acuerdo con los datos del estudio, las tasas de curación alcanzaron el 97% a los cuatro años en pacientes con enfermedad avanzada y factores de mal pronóstico. “Estamos frente a un avance concreto en la terapéutica de una enfermedad que afecta principalmente a personas jóvenes. Este tipo de innovaciones nos permite ofrecer tratamientos eficaces con menor toxicidad, algo fundamental para pacientes que están en plena etapa productiva de sus vidas”, señaló la Dra. Mahuad.

La Dra. Zerga aclaró, sin embargo, que el nuevo esquema requiere un seguimiento cuidadoso: aunque presenta menor toxicidad que BEACOPP, demanda monitoreo específico y una curva de aprendizaje por parte de los equipos médicos para familiarizarse con sus particularidades.

El estudio HD21 también analizó otros aspectos clave, como la respuesta tumoral completa, la calidad de vida, la fertilidad al año, la aparición de neoplasias secundarias y la adherencia al tratamiento. En todos estos puntos, BrECADD mostró un perfil favorable, posicionándose como un potencial nuevo estándar de cuidado para esta población.

“Poder contar en Argentina con esta opción representa una oportunidad concreta para ofrecer tratamientos más efectivos y menos agresivos a personas jóvenes que enfrentan un diagnóstico complejo. Administrada en centros con la infraestructura adecuada, esta terapia puede modificar de manera sustancial el pronóstico de la enfermedad”, concluyó Mahuad.

Brentuximab vedotin actúa sobre la proteína CD30, presente en las células tumorales del linfoma de Hodgkin. Se trata de un anticuerpo monoclonal anti-CD30 unido a un agente citotóxico (monometil auristatina E –MMAE–) que se libera dentro de las células malignas y provoca su destrucción.

Con esta nueva indicación en estadios avanzados, el fármaco amplía su alcance en Argentina, donde ya estaba aprobado para otras seis condiciones, entre ellas: linfoma de Hodgkin en recaída o refractario, linfoma con riesgo de progresión tras trasplante autólogo de células madre, linfoma anaplásico de células grandes sistémico y linfoma cutáneo de células T CD30 positivo, entre otras.

La incorporación de brentuximab vedotin en combinación con quimioterapia como opción para el linfoma de Hodgkin avanzado amplía el abanico terapéutico disponible en el país y abre una expectativa renovada: vivir más y mejor, con menor exposición a tratamientos tóxicos.

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