Murió José “Pepe” Mujica, el presidente más austero del mundo y símbolo de la izquierda latinoamericana

El expresidente de Uruguay falleció a los 89 años tras una larga lucha contra el cáncer. Exguerrillero, preso durante 14 años, referente del Frente Amplio y admirado por su humildad, Mujica marcó una era en la política regional.

Sociedad13 de mayo de 2025SOFIA ZANOTTISOFIA ZANOTTI
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El expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica murió este martes a los 89 años en su chacra de Rincón del Cerro, a las afueras de Montevideo, tras una dura batalla contra un cáncer de esófago. La noticia fue confirmada por el actual mandatario Yamandú Orsi, quien lo describió como “presidente, militante, referente y conductor”.

Figura central de la izquierda latinoamericana y mundialmente conocido por su estilo de vida austero, Mujica fue presidente de Uruguay entre 2010 y 2015. Pero su historia comenzó mucho antes: fue guerrillero del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, participó en acciones armadas en los años 60 y 70, fue herido de bala, escapó dos veces de prisión y pasó 14 años encarcelado durante la dictadura militar.

En abril de 2024, Mujica reveló públicamente que padecía cáncer. A pesar de someterse a radioterapia y tratamientos médicos, en enero de 2025 anunció que la enfermedad había hecho metástasis. “Hasta acá llegué”, dijo entonces, pidiendo privacidad para transitar sus últimos días en su hogar.

Fiel a su estilo, nunca se alejó del todo de la vida pública. Continuó recibiendo visitas de líderes internacionales, artistas y militantes, y asistió a eventos políticos incluso durante su convalecencia.

Su legado va más allá de su presidencia: promovió la legalización de la marihuana, impulsó leyes sociales como el matrimonio igualitario y la despenalización del aborto, y apostó por un modelo energético sustentable. Fue una figura admirada por su discurso contra el consumismo, su compromiso con la educación y su cercanía con el pueblo.

Su última voluntad fue ser enterrado en su chacra, junto a su perra Manuela, símbolo de su humildad. Su esposa, la también ex vicepresidenta y senadora Lucía Topolansky, estuvo a su lado hasta el final.

La muerte de Mujica generó conmoción en toda América Latina y el mundo. Desde referentes políticos hasta ciudadanos comunes, miles lo despiden como el “presidente más pobre del mundo” y como una voz ética en un continente convulsionado. Uruguay llora a uno de sus más grandes íconos democráticos.

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