Escándalo en el tenis mundial: La relación tóxica entre Elena Rybakina y su entrenador sacude a la WTA

La kazaja Elena Rybakina, número 7 del mundo, rompió su relación profesional y sentimental con Stefano Vukov, quien fue sancionado por la WTA tras ser acusado de violar el código de conducta. El caso reabre el debate sobre los límites del coaching en el tenis femenino.

Deportes24/02/2025SOFIA ZANOTTISOFIA ZANOTTI
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Mientras Elena Rybakina disputaba la semifinal del torneo de Dubai contra la joven promesa Mirra Andreeva, la ausencia de su exentrenador y expareja, Stefano Vukov, se hizo notar. El croata de 37 años fue inhabilitado por la WTA durante un año tras ser hallado culpable de violar el código de conducta de la organización, en un caso que ha generado repercusión a nivel global.

La polémica surgió tras una abrupta ruptura ocurrida en Nueva York, seis meses después de que retomaran su colaboración profesional. Una investigación de la WTA, basada en testimonios de familiares, amigos y figuras del circuito, reveló que la relación entre Rybakina y Vukov era considerada “tóxica”, debido a episodios de presunto abuso mental. Según un informe de The Athletic, el entrenador sometía a la tenista a constantes críticas y acoso verbal, lo que en ocasiones la llevó al llanto durante sus entrenamientos previos al US Open del año pasado.

La relación entre ambos comenzó en 2019, cuando Vukov asumió como entrenador tras la salida de Andrei Chesnokov. Bajo su dirección, Rybakina ascendió rápidamente al top 30 y obtuvo dos títulos en menos de un año. Sin embargo, la dinámica entre ambos trascendió lo profesional, ya que, según diversos informes, también mantuvieron un vínculo sentimental.

El escándalo tomó mayor notoriedad tras la victoria de Rybakina en Wimbledon 2022, donde Vukov se tatuó el nombre de la tenista junto al título obtenido, un gesto que generó sorpresa en el circuito. El periodista Ben Rothenberg calificó la acción como “complicada e incómoda”, destacando que “no es normal tatuarse el nombre de tu jefa en el brazo”.

El estilo de coaching de Vukov, caracterizado por su tono crítico y enérgico, también generó controversia. Durante un partido en Adelaida, Rybakina le pidió que se callara debido a sus constantes intervenciones. Además, sus comentarios durante encuentros clave en Melbourne fueron criticados por su agresividad, en un contexto donde las nuevas reglas de coaching permiten mayor interacción entre entrenadores y jugadores.

Figuras del tenis, como la entrenadora Pam Shriver y la ex campeona de Wimbledon Marion Bartoli, manifestaron su preocupación por el trato recibido por Rybakina. Shriver expresó su deseo de que la tenista encuentre un entrenador que la trate con respeto, mientras Bartoli calificó el comportamiento de Vukov como inaceptable.

Aunque tanto Rybakina como Vukov han negado las acusaciones, la investigación de la WTA ha reabierto el debate sobre los límites del coaching en el tenis femenino, dejando al descubierto la compleja interacción entre lo profesional y lo personal.

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