Durante la jornada del miércoles, cuando los trabajadores de la estancia Santa Ana, ubicada entre Labordeboy y Hughes, se disponían a realizar sus tareas habituales, se encontraron con la inusual situación. Al intentar poner en funcionamiento el equipo de riego, este no respondió, lo que suscitó preocupación.

Al inspeccionar más a fondo para determinar la causa de la falla, se descubrió que aproximadamente 285 metros de cableado, que contiene 11 cables de aproximadamente 1 milímetro cada uno, habían sido robados. Además, se identificaron dos cables más faltantes: uno que conectaba el colector al tablero y otro que suministraba energía al equipo desde el tablero, ambos con una longitud aproximada de 5 metros.

Los trabajadores informaron que el equipo se encuentra a unos 1200 metros de una de las entradas de la estancia, la cual está cerrada con candado. Sin embargo, se señaló que existen otros accesos sin candado, lo que pudo haber facilitado el acceso a los delincuentes.

Ante este lamentable incidente, se tomó contacto con la fiscal de turno, quien ha dado intervención a la Agencia de Investigación Criminal (AIC) para llevar a cabo peritajes e iniciar una investigación exhaustiva.

La Estancia Santa Ana y su comunidad están comprometidas en colaborar con las autoridades para esclarecer este robo y llevar a los responsables ante la justicia. Se espera que la AIC realice los peritajes necesarios para avanzar en la investigación.