Primavera: ¿Por qué el polen y el viento son enemigos de tu salud respiratoria?

La llegada de la primavera trae consigo una explosión de polen y cambios climáticos que pueden agravar las alergias respiratorias. Descubre cómo estos factores impactan tu salud y qué medidas puedes tomar para mitigarlos.

Salud26 de septiembre de 2024SOFIA ZANOTTISOFIA ZANOTTI
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Los cambios bruscos de temperatura y el aumento de la polinización, fenómenos intensificados por el cambio climático, agravan los cuadros alérgicos respiratorios en primavera.

La primavera, con su vibrante floración y temperaturas cambiantes, es una estación que trae consigo no solo belleza, sino también un aumento significativo de las alergias respiratorias. Este fenómeno, que afecta a millones de personas, se debe principalmente a la polinización intensificada ya las variaciones climáticas, exacerbadas por el cambio climático.

Durante esta época, el polen de diversas plantas se dispersa en grandes cantidades, y su ligera composición le permite viajar grandes distancias, lo que provoca una serie de síntomas alérgicos. Estornudos, tos persistentes, congestión nasal y picor en los ojos son solo algunos de los malestares que enfrentan quienes padecen estas condiciones.

Los expertos advierten que los síntomas suelen intensificarse en días ventosos, cuando las ráfagas dispersan los alérgenos por el aire. La Dra. Stella Maris Cuevas, médica otorrinolaringóloga y alergista, señala que la tos, a menudo provocada por la irritación de las vías respiratorias, puede interferir con la calidad de vida de los pacientes, dificultando tanto el descanso como el rendimiento diario.

Además, el impacto del cambio climático es cada vez más evidente. Las estaciones se vuelven más impredecibles, con olas de calor y lluvias intensas que afectan el ciclo de vida de las plantas. Esto no solo genera más polen, sino que también contribuye a un aumento de enfermedades respiratorias en general.

Para enfrentar las alergias primaverales, se recomienda evitar el contacto directo con plantas polinizadoras, lavar las manos y el rostro con frecuencia, y utilizar gafas y mascarillas al aire libre. Asimismo, es aconsejable ventilar los ambientes en horas del mediodía, cuando la concentración de polen es más baja, y secar la ropa en interiores para prevenir que los alérgenos se adhieran a las prendas.

La Dra. Cuevas enfatiza la importancia de buscar atención médica si los síntomas persisten, ya que un control adecuado del entorno y una consulta oportuna pueden mejorar significativamente la calidad de vida de quienes padecen alergias.

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