Tenis Adaptado de Pie: los límites no existen

Una vez más Villa Cañás recibió a un grupo de tenistas apasionados que disfrutan del deporte saliendo a competir y a divertirse por todos los lugares donde pueden reunirse a pegarle a la pelota.

25 de noviembre de 2019 Oscar A Canavese Oscar A Canavese
tap.-

El Tenis Adaptado de Pie (TAP) es el medio para lograrlo gracias a muchos años de trabajo de quienes se ocupan por fomentarlo con el objetivo principal de que el deporte se transforme en un espacio donde las personas con discapacidad no se sientan excluidos y puedan desarrollar actividades de igual manera que todos. El último fin de semana, ocho tenistas de TAP estuvieron en la ciudad para disputar un nuevo torneo internacional (aunque no hayan podido venir representantes de Chile –por los problemas actuales de este país- y de México –por lesión-) en el club Sportsman.

“Los protagonistas son ellos, los jugadores. Yo solamente soy un vehículo que buscó siempre que ellos sean felices a través del deporte”, dice Fabio Sosa, profesor de tenis e impulsor de esta modalidad que llegó a Villa Cañás por tercera vez.

El TAP se desarrolla de igual manera que el tenis tradicional, con las mismas reglas y metodología de juego. La única diferencia es que lo juegan tenistas con alguna discapacidad física que se pueden desplazar de pie. Son jugadores con alguna amputación de sus miembros o malformaciones de nacimiento y que no desean jugar en silla de ruedas, personas con hemiplejias, hemiparesias, parálisis cerebral, malformaciones congénitas y otras secuelas motoras que provoquen este tipo de discapacidad física. A su vez se dividen por categorías (ya que hay diferentes niveles de dificultad): A1 - jugador/a que tiene una amputación u otra discapacidad debajo de la rodilla o un jugador que tiene una amputación de un brazo a nivel de la articulación o que muestra una malformación congénita en un brazo-; A – jugador/a con movilidad funcional óptima con discapacidad por encima de la rodilla de una o ambas extremidades inferiores y con o sin alteraciones en una o dos extremidades superiores. Por ej.: amputación por encima de la rodilla, hemiplejía, hemiparesia, malformación congénita y parálisis cerebral-; B – jugador/a con una movilidad funcional intermedia que puede jugar en una cancha de tenis de 18,28 m por 6,40 m con una pelota naranja- y C – jugador/a con baja discapacidad funcional que puede jugar en una cancha de tenis de 10,97 m por 5,48 m con una pelota roja-.

Durante el último sábado y domingo se realizó el torneo en el que más allá del resultado (el cañaseño Carlos Eichhorn le ganó la final al bonaerense Javier Bespresvany por 6-0 y 7-6), sirvió como una nueva oportunidad para que ellos pudieran demostrar sus habilidades a pesar de las dificultades físicas y como ejemplo para todos los que consideran que “hay límites para practicar algún deporte”. “Ellos no conocen los límites, aprenden y enseñan al mismo tiempo y son fuente de inspiración. La clave está en la naturalidad con la que viven y juegan”, agrega Fabio.

Cabe destacar que el sábado por la mañana participaron los chicos y chicas del Taller Protegido Ilusiones con los profes que dispusieron una serie de ejercicios.

El TAP tiene un circuito y un ranking a nivel mundial como el de la ATP y la WTA (siglas de los circuitos masculino y femenino) del que participan los tenistas ya mencionados como el mejor argentino ubicado (3ro) y que estuvo jugando el sábado, Gabriel Gómez.

“Agradecemos especialmente a todos por la participación y por seguir confiando en Villa Cañás como una plaza donde disputar un torneo. Nos alegra mucho verlos felices haciendo lo que les gusta. A su vez agradecemos al club Sportsman por la cesión de las canchas y por sumarse”, expresó el intendente Norberto Gizzi durante la entrega de premios y presentes, de la que también participó el director de Deportes Marcelo Rodríguez (coordinador del evento); Tomás Wyse, miembro de la Comisión Directiva de la institución y Javier Bacola, profesor de tenis del club.

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