Cáritas Villa Cañás: 60 años de solidaridad y ahora con casa propia para ayudar mejor

La organización renovó su espacio de trabajo y consolidó un equipo de voluntarios que atiende, organiza donaciones y acompaña a familias de Villa Cañás y la región. Explican cómo funciona el sistema de ayuda, qué se necesita y de qué manera la comunidad puede sumarse.

Sonic Tv28/11/2025GASTON PAROLAGASTON PAROLA

Cáritas Villa Cañás atraviesa una etapa de reorganización y crecimiento. Después de seis décadas de presencia en el país y muchos años de trabajo silencioso en la ciudad, por primera vez cuenta con un lugar propio y estable para recibir donaciones, armar bolsones de alimentos y acompañar a las familias que atraviesan situaciones difíciles.

En diálogo con FM Sonic, la profesora y psicóloga Gabriela Ísola y Carlos Abello, integrantes del equipo, contaron que el actual grupo de Cáritas se formó por convocatoria del padre Emanuel, quien los reunió y promovió la renovación del espacio. A partir de allí, comenzaron un proceso de organización interna que incluyó desde venta de ñoquis todos los 29 hasta gestiones ante Cáritas Diocesana y Cáritas Nacional.

“Había un galponcito viejo en el patio de la parroquia, lo mejoramos y además se construyó otro salón donde hoy atendemos a la gente”, explicaron. El ingreso es por la calle 57, en la parte trasera de la iglesia, donde funciona el nuevo salón y la llamada “tiendita”, un espacio donde se recibe, clasifica y pone en valor la ropa que llega como donación.

 
Cómo está organizada Cáritas y de quién depende
Cáritas se estructura de manera vertical en tres niveles: parroquial, diocesano y nacional. En el caso de Villa Cañás, el grupo local depende de Cáritas Diocesana Venado Tuerto, que a su vez articula con Cáritas Nacional. Desde allí se bajan lineamientos, campañas y programas de asistencia, aunque cada comunidad mantiene cierto margen de acción para proponer actividades propias.

Un ejemplo de esa autonomía fue la venta de ñoquis mensuales, que permitió avanzar con la construcción del salón. Además, desde principios de año trabajan con una carpeta de seguimiento y documentación de las familias asistidas, con datos, teléfonos y requisitos que pueden ser auditados.

 
Trabajo voluntario y presencia en la comunidad
El equipo base está integrado por seis personas, pero alrededor de Cáritas se mueve un grupo más amplio de colaboradores. Son vecinos que se suman en días de entrega de alimentos, organización de ropa, preparación de mochilas y útiles escolares al inicio de clases o actividades especiales como el Día del Niño, donde siempre hay juegos, sorteos e inflables.

Desde el grupo remarcaron que todo el trabajo es voluntario: no hay sueldos ni estructura profesionalizada. El servicio que se presta es totalmente ad honorem y se coordina a través de reuniones internas y un grupo de WhatsApp, donde se organizan los días y horarios de colaboración.

 
La “tiendita”: dignidad, ropa en buen estado y alimentos
Uno de los puntos centrales de la tarea es la tiendita, donde la ropa se recibe, se lava si hace falta, se clasifica y se “pone en valor”. Allí se evita la lógica del “roperito” o del descarte: se busca que la experiencia sea lo más parecida posible a una tienda, donde las familias puedan elegir talles, probarse prendas y vestirse con dignidad.

La tiendita funciona hoy dos días a la semana, de 9 a 11, con ingreso por calle 57. En ese horario se reciben donaciones y se atiende al público. Parte de la ropa se entrega sin costo a las familias que se asisten con alimentos; otra se vende a precios muy accesibles, casi simbólicos.

El dinero recaudado se destina a la compra de alimentos para armar los bolsones mensuales. “Lo que sale de la tiendita vuelve en comida”, resumieron. De esta manera, una prenda que alguien ya no usa se transforma en una ayuda concreta para otra familia.

 
Qué se dona y qué se necesita con más urgencia
Desde Cáritas remarcaron que la ropa que se dona debe estar en buenas condiciones: limpia, usable y sin roturas. La consigna que proponen es simple: “Tengo que poder ponérmelo yo”. Eso ayuda a evitar que llegue ropa que, en los hechos, es descartable.

En cuanto a alimentos, los productos más necesarios para los bolsones mensuales son:

Leche (preferentemente en polvo, por su mayor duración y posibilidad de fraccionar)
Fideos
Arroz
Harina
Azúcar
Puré de tomate
Aceite
Otros alimentos no perecederos
También se reciben donaciones ocasionales de empresas y comercios locales, como packs próximos a vencer o productos que puedan entregarse rápidamente a las familias que más lo necesitan. A lo largo del año, escuelas e instituciones como el Colegio San José, cooperadoras escolares y la Cooperativa Federada, entre otros, también se han sumado con campañas específicas de recolección de alimentos.

 
Socios, aportes económicos y nuevos formatos
En años anteriores, Cáritas Villa Cañás contó con un sistema de socios que aportaban una suma fija cada dos meses. Ese esquema se vio afectado por problemas de salud de quien se encargaba de la cobranza y hoy el grupo está buscando alternativas para retomarlo, posiblemente con herramientas digitales que faciliten los pagos.

Si bien los bolsones de alimentos se sostienen con una combinación de donaciones, recaudación de la tiendita y aportes diocesanos, los voluntarios admiten que cada compra implica cifras importantes, incluso eligiendo siempre los comercios más económicos y comprando en Villa Cañás.

 
Cómo sumarse como voluntario o hacer una donación
Quienes quieran ayudar pueden hacerlo de distintas maneras:

Como voluntarios/as, acercándose en los días y horarios de atención (por la mañana, de 9 a 11) o contactando a cualquier integrante del grupo de Cáritas.
Donando ropa en buenas condiciones, directamente en la tiendita por calle 57, los días jueves y viernes por la mañana, o coordinando la entrega con alguno de los integrantes.
Acercando alimentos no perecederos en el mismo horario y lugar.
Aportando económicamente, cuando se reactive el sistema de socios o a través de campañas y colectas puntuales.
Desde el grupo también destacaron la articulación con otras localidades. Ante situaciones de emergencia, como la reciente crisis climática en María Teresa, Cáritas Villa Cañás colaboró con su par local para asistir a las familias afectadas.

 
Acceso a la ayuda y criterios de acompañamiento
Para ingresar al sistema de asistencia, las familias deben presentarse con documentación personal, participar de una primera entrevista y, en algunos casos, recibir una visita domiciliaria. A partir de esa evaluación se define si se incluye a la familia en la carpeta de seguimiento y se establecen las entregas periódicas de alimentos.

Además de solicitar la escolaridad de los niños, el equipo está evaluando incorporar como condición la actualización del calendario de vacunación, en línea con las preocupaciones sanitarias actuales y la necesidad de prevenir enfermedades.

“Queremos que la gente sepa que hay un grupo trabajando con responsabilidad, que la ayuda se distribuye con criterio y que la colaboración de la comunidad llega a quienes realmente la necesitan”, concluyeron Ísola y Abello, agradeciendo a todas las personas e instituciones que, de forma anónima o visible, sostienen el trabajo cotidiano de Cáritas en Villa Cañás.

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