Baja de impuestos a los autos: cómo impactará en los precios y qué medida podría seguir

El Gobierno Nacional anunció recientemente la eliminación del impuesto al lujo para los automóviles cuyo valor superaba los 55 millones de pesos. Esta medida permitirá una reducción significativa en los precios, con modelos que ahora podrían costar hasta un 20% menos. Sin embargo, este beneficio recae principalmente en los importadores, dejando en desventaja a los fabricantes locales, especialmente a aquellos que producen camionetas dentro del segmento exento de este impuesto.

Los vehículos beneficiados por la medida son principalmente SUV y autos de alta gama importados. Con la eliminación del tributo, el precio de un modelo que costaba 65 millones de pesos podría bajar a aproximadamente 54 millones. Esto impacta positivamente en la competitividad del sector importador, ya que permite a las marcas ofrecer precios más atractivos y ampliar su cuota de mercado.

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No obstante, el sector automotriz local podría recibir una compensación en los próximos meses. Se especula con la posible eliminación de las retenciones a la exportación, un reclamo histórico de la industria. Actualmente, los fabricantes argentinos pagan un arancel del 2,5% sobre cada vehículo exportado hasta alcanzar las 137.000 unidades anuales, momento en el que queda eximido. Con esta reducción fiscal, se podría mejorar la competitividad frente a países como Brasil, donde la carga impositiva es del 11%, o México y Tailandia, donde es nula.

Según estimaciones del sector, la eliminación del impuesto interno podría duplicar el mercado de vehículos beneficiados, alcanzando hasta 60.000 unidades para finales de 2025. Sin embargo, la posibilidad de que esta medida afecte la producción nacional genera incertidumbre entre los fabricantes de camionetas, que podrían ver reducida su demanda en favor de SUV importados.

La decisión de modificar o eliminar las retenciones a la exportación será clave para equilibrar el impacto de la reciente eliminación del impuesto al lujo. Si se implementa en las próximas semanas, podría generar un beneficio inmediato para la industria nacional. De lo contrario, podría extenderse la situación actual, con un mercado automotor cada vez más orientado hacia las importaciones y una industria local con menor margen de competitividad.