El Gobierno obliga a todos los presos en cárceles federales a realizar tareas de mantenimiento y limpieza

Desde ahora, todos los detenidos en los establecimientos del Servicio Penitenciario Federal deberán cumplir con una jornada diaria de tareas no remuneradas para mantener las instalaciones. La medida busca reducir la ociosidad y erradicar la "cultura tumbera" en las cárceles.

Política 18 de diciembre de 2024SOFIA ZANOTTISOFIA ZANOTTI
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En Ezeiza y los otros 30 centros de detención del Servicio Penitenciario Federal se obligará a los presos a limpiar y mantener las cárceles

El Ministerio de Seguridad, a través de una resolución firmada por la ministra Patricia Bullrich, implementará una nueva medida en los 31 establecimientos del Servicio Penitenciario Federal (SPF). A partir de ahora, los 12.000 internos que se encuentren en estas cárceles estarán obligados a realizar tareas de mantenimiento, limpieza y aseo, tanto en los espacios privados como en los comunes.

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Según la normativa, cada detenido deberá cumplir con un mínimo de cinco horas diarias en estas labores, que no serán remuneradas. De no acatar la orden, los internos podrán enfrentar sanciones que les impedirán acceder a ciertos beneficios, como tareas remuneradas o cambios de celda.

Patricia Bullrich destacó que esta medida forma parte de un proceso más amplio de reestructuración del sistema penitenciario, cuyo objetivo es lograr la reinserción social de los presos y reducir la reincidencia delictiva. La ministra argumentó que la obligación de participar en las actividades de mantenimiento responde a la necesidad de “erradicar la cultura tumbera” y promover una convivencia más ordenada en las cárceles.

Julián Curi, subsecretario de Asuntos Penitenciarios, explicó que las tareas no están vinculadas a trabajos remunerados, sino que son una obligación dentro del marco del tratamiento penitenciario. En caso de que los internos se nieguen a cumplir, perderán el acceso a ciertos beneficios como el trabajo remunerado y otros derechos vinculados a la buena conducta.

El objetivo de esta medida es doble: en primer lugar, disminuir la ociosidad de los internos, una de las causas principales de violencia en las cárceles; en segundo lugar, fomentar el reconocimiento de la responsabilidad individual y reparar el daño causado a la sociedad.

La resolución resalta la importancia de mantener las cárceles limpias y saludables, en concordancia con lo establecido en la Constitución Nacional, que asegura que los establecimientos penitenciarios deben ser lugares "sanos y limpios". La medida también busca facilitar la convivencia ordenada y mejorar las condiciones de vida dentro de los centros de detención.

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