La convocatoria la encabeza el Comité Feminista Ante la Emergencia Sanitaria en Rosario, en reclamo por una defensa legítima para la joven, ya que no cuenta con la garantía de derechos constitucionales, y lo señalan como violencia institucional policial, del Estado, y patriarcal.

El miércoles 11 de mayo pasado la joven rosarina de 23 años llamada Rocío Belén Martínez y apodada “Ropi” se encontraba junto a dos amigos y otros turistas refugiándose de la lluvia en La Casa del Gobernador, un espacio público en una playa de la ciudad de Portho de Galinhas, Estado de Pernambuco. Cuando dejó de llover, los turistas comenzaron a abandonar el lugar y los dos amigos de Ropi salieron, unos minutos a buscar señal de Wi Fi, mientras Ropi se quedó durmiendo debajo de ese techo, junto a sus mochilas y su perra, Preta.

Fue entonces que un hombre la despertó de forma violenta, quien sin identificarse ni mediar palabras previamente comenzó a darle patadas en todo el cuerpo. Ropi se levantó para hablar con el hombre que la estaba agrediendo e intentar defenderse, pero esta persona seguía golpeándola, ahora en su nariz.

“Ropi declaró que su agresor sacó un arma de fuego y ella, una piba sola en la playa, sin saber cuáles eran las intenciones del atacante -si quería violarla, robarle o matarla-, buscó el cuchillo que usa para fabricar sus artesanías y lo apuñaló, con el fin de alejarse y poder pedir ayuda”, precisaron familiares de la joven que pudieron dialogar con ella. El agresor resultó ser un policía militar sin uniforme y que no se identificó, y los testigos de este brutal acto de abuso institucional son dos guardias de seguridad que estaban en el lugar.

La joven fue trasladada a la ciudad de Recife, capital de Pernambuco, para su enjuiciamiento, y la policía no informó al Consulado Argentino sobre el acontecimiento, algo que acusaron como "totalmente ilegal tratándose de una extranjera". Fue así que la joven declaró sin la presencia de un abogado estatal y sin traductores presentes.

Ropi cuenta con la representación legal de tres abogadas de un colectivo feminista de Brasil. Las representantes legales elevaron la petición al juzgado de Ipojuca, donde se tramita la causa, para exigir la libertad de Rocío y que se reconozca que actuó en defensa propia ante la violencia y abuso del poder del policía.

Se encuentra ahora detenida en el Penal de Recife, Colonia Penal Femenina Buen Pastor. Transita ahora el proceso de “audiencia de custodia”, y aún no está imputada. Su familia sólo pudo comunicarse por videollamadas, y según precisaron amigos suyos, ella recibe hostigamientos. El policía se encuentra estable y recuperándose, y declaró en la causa como el damnificado.

“Ropi tiene los ojos morados, la boca y la nariz rotas, y la Justicia brasilera la acusó de tentativa de homicidio cuando ella actuó en legítima defensa de su cuerpo contra la violencia patriarcal”, aseguraron sus familiares. Ella viajaba como mochilera desde hacía tiempo junto a su perra, “llevando su arte a través de las fronteras, desplegando todo su carisma y el amor que la caracteriza”, recordaron.

"El caso de Ropi expone los temores y peligros al que se exponen mujeres y disidencias que eligen hacer una vida de viajes", precisaron sus allegados.