En un informe alarmante, se revela que la industria metalúrgica de Santa Fe enfrenta su peor desempeño a nivel nacional, con una caída del 18% en la producción durante el mes de febrero, marcando así doce meses consecutivos de declive. Esta tendencia negativa se suma a los derrumbes interanuales registrados en enero (-19,4%) y diciembre (-15,9%), consolidando un panorama desolador para el sector en la provincia.

Las razones detrás de esta crisis son diversas, desde factores climáticos como la sequía hasta problemas estructurales como la caída del consumo interno y las complicaciones en la importación de insumos. Sectores clave como la maquinaria agrícola, los bienes de capital y el equipamiento médico son los más afectados por esta situación.

A pesar de las dificultades, los empresarios metalúrgicos de Santa Fe aseguran estar redoblando esfuerzos para preservar los empleos en la región. Ivana Taborda, dirigente de ADIMRA, señala que están trabajando arduamente para mantener un difícil equilibrio en medio de menores niveles de producción, aumentos de costos y disminución de las ventas.

La gravedad de la situación no puede ser subestimada. La industria metalúrgica es un pilar fundamental de la economía santafesina y su deterioro está teniendo un impacto social significativo. Con más de 20.000 empresas en el país, de las cuales el 88% son PyMEs, este sector genera cerca de 300 mil empleos directos y un millón de empleos indirectos. Representa el 26% del PIB industrial y contribuye con el 22% de las divisas generadas por las manufacturas de origen industrial en Argentina.