Estudio revela que las bebidas azucaradas aumentan más el riesgo cardiovascular que los dulces: Lo que debes saber

Un reciente estudio realizado en Suecia ha arrojado un hallazgo inesperado: las bebidas azucaradas son más perjudiciales para la salud cardiovascular que los productos de repostería. Conoce los detalles de esta investigación y sus implicancias para tu dieta.

Salud11 de diciembre de 2024SOFIA ZANOTTISOFIA ZANOTTI
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Las gaseosas o refrescos son productos con azúcares añadidos. Proporcionan calorías pero poco valor nutricional

Un grupo de investigadores de Dinamarca y Suecia ha publicado en la revista Frontiers in Public Health los resultados de un estudio que analiza el impacto del azúcar en las enfermedades cardiovasculares. El hallazgo más sorprendente del estudio es que no todas las fuentes de azúcar afectan de la misma manera la salud cardiovascular. Aunque el azúcar añadido, presente en productos como refrescos, pasteles y dulces, ha sido relacionado con enfermedades cardiovasculares, las bebidas azucaradas mostraron un riesgo significativamente mayor que los dulces sólidos, como los pasteles.

La investigación se centró en el análisis de datos de casi 70.000 personas en Suecia, quienes fueron seguidas durante más de 20 años. Los resultados indicaron que el consumo de bebidas azucaradas aumentó notablemente el riesgo de sufrir un ataque cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y aneurismas aórticos, entre otros problemas. Según Suzanne Janzi, autora principal del estudio, el consumo excesivo de azúcares líquidos no solo contribuye al aumento de peso, sino que también se relaciona con enfermedades debido a que no proporcionan la misma saciedad que los alimentos sólidos, lo que puede llevar a un consumo excesivo.

En contraste, los productos de repostería, como los pasteles, consumidos de manera ocasional, no generaron un aumento tan significativo en el riesgo cardiovascular. Esto podría estar relacionado con el contexto cultural sueco, donde el consumo de pasteles es generalmente social y no tan frecuente como el de las bebidas azucaradas.

Si bien los investigadores señalaron que los resultados están basados en una población con hábitos dietéticos específicos y no pueden generalizarse a otras culturas, el estudio pone de relieve la necesidad de tener en cuenta tanto la cantidad como la fuente de azúcar consumida. La licenciada en nutrición Gabriela Saad advierte que aunque los resultados son reveladores, es necesario un enfoque cauteloso al aplicarlos a otras poblaciones.

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