Preocupación por los riesgos de la Boleta Única de Papel de cara a las elecciones de 2025

Las provincias que ya implementaron la Boleta Única de Papel registraron un aumento de votos nulos y en blanco, evidenciando la falta de capacitación y los recortes en servicios críticos.

Política 07 de octubre de 2024SOFIA ZANOTTISOFIA ZANOTTI
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La implementación de la Boleta Única de Papel para las próximas elecciones de 2025 en Argentina plantea una serie de preocupaciones, especialmente considerando los resultados de las provincias donde ya se ha implementado el sistema. Según los datos disponibles, el cambio ha resultado en un incremento del 5% en los votos nulos y en blanco, lo cual se atribuye a la falta de capacitación tanto de los ciudadanos como de los fiscales que participan en los comicios.

El gobierno de Javier Milei sostiene que la Boleta Única de Papel aumentará la transparencia electoral. Sin embargo, expertos que han analizado el proceso electoral durante años afirman que el sistema presenta una serie de riesgos, especialmente en aquellas mesas donde los partidos no tienen impuestos. La posibilidad de que aparezcan múltiples cruces en la boleta, anulando los votos de un partido, es una preocupación constante.

Además, la incertidumbre se ha incrementado con las recientes medidas del gobierno. El anuncio del posible cierre de la Casa de la Moneda, responsable de la impresión de padrones electorales y otra documentación vital, ha generado dudas sobre la seguridad y eficiencia del proceso. El cierre también plantea interrogantes sobre la impresión de padrones en el exterior y sobre cómo se mantendrán los estándares de seguridad necesarios.

Por otra parte, el Correo Argentino, que maneja el 90% del operativo electoral, ha despedido a 5.000 empleados recientemente, incluido el gerente responsable de la logística electoral. Estos despidos, sumados al recorte en las sucursales, amenazan con debilitar el sistema y generar fallas en la distribución del material electoral necesario para garantizar el normal desarrollo de los comicios.

Los defensores del nuevo sistema aseguran que la Boleta Única reducirá el uso excesivo de papel, contribuyendo al cuidado del medio ambiente, y eliminará el negocio asociado a la impresión de boletas que favorecía a partidos pequeños. Sin embargo, los detractores enfatizan que el sistema anterior funcionaba sin inconvenientes, y que la clave para el éxito de la nueva modalidad radica en la capacitación, la cual hasta el momento no cuenta con planos ni presupuestos claros.

A las dudas respecto a la capacitación se suman las dificultades relacionadas con la combinación de elecciones nacionales y provinciales. Para que ambas instancias se realicen conjuntamente utilizando la Boleta Única, las legislaturas provinciales deberán modificar sus leyes electorales, lo cual no siempre es viable o deseable, ya que algunos gobernadores buscan evitar que sus elecciones se vean influenciadas por la campaña nacional.

Finalmente, la justicia electoral también enfrenta recortes en su presupuesto, lo que podría complicar aún más el panorama organizativo para las elecciones del próximo año. Los jueces están cada vez más preocupados por la falta de previsión y las dificultades que esto podría acarrear.

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