Lluvias de Santa Rosa reavivan la siembra de maíz en la región núcleo

Las precipitaciones en el noreste de Buenos Aires y sur de Santa Fe superaron las expectativas, ofreciendo un alivio significativo para los productores agrícolas que ahora ven con optimismo la campaña de maíz.

Santa Fe02 de septiembre de 2024LORENA ACOSTALORENA ACOSTA
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La tradicional tormenta de Santa Rosa trajo un respiro al sector agrícola en la región núcleo del país, particularmente en el noreste de la provincia de Buenos Aires y el sur de Santa Fe. Las lluvias acumuladas, que en algunas áreas alcanzaron hasta 51 milímetros, han sido cruciales para revitalizar la intención de siembra de maíz y mejorar las perspectivas para el cultivo de trigo.

Cristian Russo, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), destacó que las precipitaciones registradas superaron las expectativas iniciales, lo que podría impulsar a los productores a sumar más lotes a la campaña de maíz. "En localidades como Pergamino y Chacabuco, los acumulados fueron significativos, con 51 y 50 milímetros respectivamente, lo que representa un balance muy positivo para gran parte de la región núcleo", afirmó Russo.

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Sin embargo, no todas las áreas resultaron igualmente beneficiadas. Regiones del oeste y norte de la Región Núcleo recibieron lluvias insuficientes o nulas, lo que genera preocupación entre los productores de esas zonas. "Mientras algunas áreas recibieron precipitaciones entre 5 y 10 milímetros, otras no registraron ninguna lluvia", lamentó Russo.

Estas precipitaciones son vitales no solo para la siembra de maíz, sino también para el trigo, que se encuentra en una fase crítica de demanda hídrica. En localidades como Monte Buey y Piedritas, las lluvias superiores a 20 milímetros han sido esenciales para mantener las expectativas de rendimiento. "Estas lluvias son excelentes para el trigo y van a estimular la siembra de maíz en las zonas más favorecidas", aseguró Russo.

Finalmente, el experto advirtió que las lluvias podrían ausentarse durante la primera semana de septiembre, lo que aumenta la presión sobre los productores para aprovechar al máximo la humedad acumulada. "No podemos quedarnos esperando; cada milímetro cuenta", concluyó Russo.

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