Entre deudas y autogestión: así se sostiene el SAMCO en medio de la crisis de las obras sociales
La presidenta de la Asociación Cooperadora del SAMCO, Silvia Mian, explicó que el hospital se mantiene gracias a la autogestión, el aporte provincial, la ayuda de la Municipalidad y el acompañamiento de la comunidad. El corte de las prestaciones de PAMI, las demoras en los pagos y el aumento de costos pusieron al límite las reservas, pero el servicio esencial nunca se interrumpió.
El hospital que se banca “mes a mes”
En una entrevista radial, la presidenta de la Asociación Cooperadora del SAMCO, Silvia Mian, detalló cómo se sostiene económicamente el hospital en un contexto marcado por la crisis de las obras sociales, la inflación y el aumento de los costos de funcionamiento.
Recordó que el SAMCO funciona bajo un esquema de autogestión, es decir, factura y cobra directamente a las obras sociales sin pasar por la Superintendencia de Servicios de Salud. Cada prestación –por ejemplo, una consulta o internación de un afiliado a una obra social como PAMI o IAPOS– se procesa administrativamente y se factura para que luego lleguen los recursos. Cuando el paciente no tiene cobertura, el hospital brinda atención a través de acción social.
El impacto del corte de PAMI
Uno de los puntos más sensibles del año fue el corte de las prestaciones de PAMI, lo que generó un fuerte bache en los ingresos. Durante varios meses, el hospital dejó de percibir ese flujo de dinero y, además, no pudo internar a afiliados de PAMI, que debieron ser derivados a otros centros de mayor complejidad, con todo lo que implica para las familias en términos de traslados y cuidados.
Con el correr de los meses, PAMI terminó cancelando gran parte de la deuda y envió un refuerzo importante hacia fin de año, aunque todavía quedan montos pendientes. Según explicó Mian, la deuda actual ronda el millón y medio de pesos, “que para el movimiento de un hospital no es una cifra tan grande”, pero el problema fue haber pasado buena parte del año sin ingreso regular de esa obra social.
Aportes provinciales congelados y facturas que no esperan
Mian señaló que el SAMCO recibe de la provincia un aporte fijo cercano a los $497.300 mensuales, monto que lleva más de dos años sin actualización y que se destina a gastos de funcionamiento. Solo la factura de luz ronda los $800.000, por lo que el aporte provincial resulta claramente insuficiente y debe complementarse con otros recursos.
Desde el gobierno provincial llegan también refuerzos por “gastos críticos” –como energía eléctrica–, pero esos fondos suelen acreditarse con unos 60 días de demora, mientras que las facturas deben pagarse en término para no acumular deuda con los proveedores. Algo similar ocurre con las droguerías y el oxígeno medicinal: los proveedores aceptan esperar hasta 90 días, pero exigen previsibilidad y cumplimiento.
Guardias médicas: el gasto más pesado
Otro de los puntos centrales que destacó la presidenta de la cooperadora son las guardias médicas, que constituyen uno de los gastos más importantes del hospital. La provincia no cubre la totalidad de las guardias, por lo que la institución debe salir a buscar alternativas.
En ese sentido, Mian explicó que, por gestiones realizadas ante el municipio, la Municipalidad colabora pagando dos guardias semanales, lo que alivia parte de la carga. Además, se reorganizó el esquema para que algunos profesionales cubran guardias en lugar de horas semanales, reduciendo así el número de guardias que debe afrontar directamente el SAMCO. Aun así, la cooperadora continúa pagando alrededor de diez guardias al mes, en su mayoría fines de semana y feriados, que son las más costosas e incluyen viáticos para los médicos que viajan desde otras ciudades.
Equipos que se rompen y reservas que se consumen
Durante el año, el hospital debió destinar parte de sus reservas a la reparación de equipos clave, como el generador eléctrico y el digitalizador de rayos. Se trata de servicios esenciales: sin generador no hay respaldo ante cortes de luz, y sin digitalizador se resiente la atención en el área de diagnóstico por imágenes.
En muchos casos, los técnicos y empresas proveedoras exigen el pago por adelantado para trasladar los equipos o realizar las reparaciones, por lo que la cooperadora debe adelantar el dinero y luego gestionar el reintegro ante la provincia. “No podemos esperar, el servicio no se puede detener”, resumió Mian, al explicar por qué es necesario contar siempre con un fondo de reserva.
Bono contribución y apoyo de la comunidad
Además de la autogestión y los aportes estatales, el SAMCO se sostiene con la colaboración de la comunidad, a través de acciones como el bono contribución que se realiza en conjunto con instituciones de la región. La organización de ese bono está a cargo de un productor, lo que permite simplificar la tarea de la comisión y concentrar los esfuerzos en el control administrativo y financiero.
Mian, que lleva unos 12 años como presidenta y más de 20 dentro de la comisión, destacó que todo el movimiento económico del hospital está permanentemente auditado: cada cheque, cada gasto y cada orden de pago tienen su respaldo documental, tanto para los organismos de control como para los propios integrantes de la cooperadora.
Proyectos y aclaraciones a la comunidad
De cara al próximo año, uno de los objetivos es presentarse a programas provinciales de infraestructura y reparaciones edilicias, como el FONRES, que permiten financiar obras específicas dentro del hospital.
Mian también aprovechó la entrevista para aclarar algunas dudas que la comunidad plantea desde hace años, como la ausencia de partos en el hospital. Explicó que se trata de una cuestión regulada por la Ley de Parto Seguro, que exige servicios y estructuras de alta complejidad (neonatología, anestesista permanente, terapia intensiva, entre otros requisitos) que un hospital de nivel local no puede sostener.
Pese a las dificultades económicas, la presidenta de la cooperadora destacó que nunca se cortó la luz, nunca faltó oxígeno y los servicios esenciales se mantuvieron operativos, gracias a una combinación de administración austera, apoyo del Estado y compromiso de la comunidad.
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