Javier Milei en Bahía Blanca: Monitorea la Asistencia a las Víctimas de la Tragedia Climática

El presidente de la Nación, Javier Milei, arribó esta mañana a Bahía Blanca con el objetivo de monitorear el operativo de asistencia desplegado por el gobierno ante la tragedia ocasionada por el feroz temporal que azotó la ciudad. El evento climático, que dejó un saldo provisional de 16 víctimas fatales, decenas de desaparecidos y una gran devastación material, ha conmocionado a toda la provincia de Buenos Aires.

Milei viajó acompañado por la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. La comitiva fue recibida en el lugar por el ministro de Defensa, Luis Petri, quien se encontraba coordinando las labores de auxilio. Durante su visita, el presidente tiene previsto reunirse con el intendente Federico Susbielles y los responsables del operativo de emergencia.

El viaje del presidente, que se mantuvo en estricta reserva para evitar politización, se produce en el contexto de una situación crítica en Bahía Blanca. La tragedia ha causado graves inundaciones, destruyendo viviendas, rutas, y edificios públicos, como el hospital Pena, donde personal médico ha sido destacado por su valentía al salvar vidas en medio de las inundaciones.

El gobierno nacional ha desplegado un extenso operativo de apoyo, enviando recursos materiales por un total de 10 mil millones de pesos. Además, varios aviones Hércules fueron enviados con mercadería y suministros esenciales. A la par, un tren con toneladas de donaciones y víveres ha arribado desde Buenos Aires para asistir a los damnificados.

En medio de la crisis, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, liderado por Axel Kicillof, se ha mantenido en una postura cooperativa, sin confrontar con la administración nacional, mientras evalúa la posibilidad de girar nuevos fondos para continuar con las labores de reconstrucción.

La magnitud de la tragedia no solo se refleja en los daños materiales, sino también en historias humanas conmovedoras, como la de las pequeñas Delfina y Pilar, de 3 y 7 años, quienes fueron arrastradas por las aguas y aún no han sido localizadas. Los daños de esta tragedia se estiman en más de 400 mil millones de pesos y, aunque la reconstrucción parece un desafío monumental, la solidaridad y el compromiso del gobierno, las organizaciones y los vecinos de la zona están a la vanguardia de este proceso.