Tensión creciente entre el PRO y el Gobierno: el debate por Ficha Limpia y un Presupuesto sin acuerdos

La relación entre el PRO y el Gobierno Nacional atraviesa un momento crítico tras el fracaso del debate sobre Ficha Limpia, un proyecto impulsado por la diputada Silvia Lospennato, que no logró alcanzar el quórum necesario en la Cámara de Diputados. Desde el espacio liderado por Mauricio Macri, se responsabilizó a La Libertad Avanza por la ausencia de varios de sus legisladores, mientras que el oficialismo anunció que presentará una nueva versión de la ley, a cargo del jefe de Gabinete, Guillermo Francos.

El bloque del PRO, encabezado por Cristian Ritondo, criticó la actitud del oficialismo, calificándola como un gesto de apoyo a la corrupción. "El Congreso dejó pasar una oportunidad histórica para impedir que los corruptos condenados lleguen al Congreso", sostuvo Ritondo en un comunicado. Por su parte, desde el entorno de Macri, consideran que las promesas del presidente Javier Milei y su equipo son "espejitos de colores" y que no hay avances concretos.

A este escenario se suma la tensión con los gobernadores de Juntos por el Cambio, quienes, preocupados por el futuro del Presupuesto 2025, exigen definiciones. Mandatarios como Rogelio Frigerio (Entre Ríos) e Ignacio Torres (Chubut) apoyaron la iniciativa de Ficha Limpia en sus provincias, pero temen que su implementación a nivel nacional genere un uso político por parte del Poder Judicial.

Mientras tanto, el jefe de Gabinete confirmó que no habrá reuniones con los gobernadores en Casa Rosada, lo que complica aún más las negociaciones. Desde el radicalismo, Gustavo Valdés (Corrientes) mantiene reuniones con Francos en busca de fondos para su provincia, aunque las perspectivas de acuerdos parecen lejanas.

El Presupuesto, una herramienta clave para la estabilidad económica del próximo año, enfrenta la posibilidad de una prórroga, manteniendo las asignaciones del 2023 y dejando a varias provincias sin los recursos solicitados.

La falta de consenso refleja un escenario político fragmentado, donde las alianzas de cara al 2025 se tornan cada vez más inciertas, con un PRO que evalúa estrategias propias ante la falta de acuerdos con La Libertad Avanza y el oficialismo.