La posible sindicalización de los cuidacoches y limpiavidrios ha desencadenado un intenso debate en el Concejo Municipal, dividiendo a la opinión pública y a los concejales. Desde el bloque socialista, se ha manifestado una firme oposición a esta iniciativa, argumentando que implicaría regular una actividad que actualmente se considera ilegal.

Fabricio Fiatti, representante del bloque Arriba Rosario, expresó su preocupación ante la posible llegada de un sindicato para estas actividades, afirmando que carecen de la base laboral necesaria para su reconocimiento sindical. Además, resaltó la preocupación por la posible asociación de esta actividad con actividades delictivas, señalando que la regulación del espacio público es responsabilidad exclusiva del municipio.

Por otro lado, la edila Fernanda Gigliani, del bloque Iniciativa Popular, planteó una postura más moderada, señalando que se está exagerando la situación y que la sindicalización no necesariamente implica legalizar una actividad. Gigliani destacó la diversidad de personas que realizan estas labores, desde aquellos que buscan su sustento de manera honesta hasta aquellos que podrían estar involucrados en actividades ilícitas.

En este contexto, Gigliani hizo hincapié en la necesidad de regular la actividad en lugar de prohibirla, argumentando que las prohibiciones solo fortalecen a las mafias. Propuso que el Estado realice un relevamiento para comprender mejor la situación y pueda diseñar alternativas de vida para quienes se dedican a estas labores.