Brasil se encuentra sumido en una grave crisis de salud pública debido al aumento vertiginoso de casos de dengue, marcando un récord histórico en el número de personas afectadas. En solo tres meses del año 2024, se han reportado más de 1.8 millones de casos positivos, superando con creces las cifras de años anteriores.

Esta preocupante situación ha llevado a la declaración de emergencia sanitaria en San Pablo, la ciudad más poblada de América del Sur. Las autoridades sanitarias advierten sobre la urgencia de tomar medidas preventivas, ya que la propagación del virus continúa cobrando vidas, con un total de 561 personas fallecidas y más de 1,000 muertes aún bajo investigación.

El Ministerio de Salud ha identificado que el 75% de los criaderos de mosquitos se encuentran dentro de los hogares, lo que ha llevado a intensificar las campañas de concientización y prevención. Se insta a la población a eliminar cualquier recipiente que pueda acumular agua estancada, como botellas y latas, y a vaciar recipientes como macetas y baldes.

Las regiones más afectadas por el virus, además de San Pablo, incluyen a Brasilia, Paraná, Goiás, Río de Janeiro y Minas Gerais. Ante esta situación, el gobierno ha tomado medidas para reforzar los equipos encargados de visitar los hogares y ha ampliado los horarios de atención sanitaria.

Los expertos atribuyen esta propagación acelerada del virus a los efectos del fenómeno climático El Niño, que se ha manifestado con mayor intensidad este año, junto con temperaturas más elevadas de lo habitual. Las estimaciones sugieren que, para finales del año, Brasil podría alcanzar la alarmante cifra de 4.2 millones de casos positivos de dengue.

Aunque el país ha implementado la vacunación gratuita contra el dengue, la escasez de dosis disponibles ha limitado su distribución, priorizándose actualmente a niños y adolescentes.