Los hogares y negocios en Santa Fe están a punto de enfrentar un golpe en sus bolsillos con el próximo ajuste en las tarifas de energía. Este incremento, que se espera sea de alrededor del 100%, es resultado de la devaluación ocurrida en diciembre pasado, la cual sigue haciendo estragos en la economía de los argentinos.

La Secretaria de Energía de la provincia, Verónica Geese, explicó que el aumento estará vinculado principalmente al costo de la energía, el cual está íntimamente ligado al valor del dólar. Anteriormente, el gobierno nacional solía absorber parte de este incremento, pero ahora se trasladará directamente a los usuarios y al sector productivo.

Es importante destacar que este ajuste no afectará por igual a todos los usuarios. Aquellos clasificados como N1, que no reciben subsidios, serán los más afectados, mientras que los N2 y N3 también experimentarán un leve aumento debido al incremento en el costo de la potencia contratada.

Para una familia promedio que consume alrededor de 400 kilovatios horas bimestrales, el aumento podría significar un gasto adicional de $7,500 pesos por mes en su factura de energía, según adelantó Geese.

Además, Geese señaló que el aumento no solo se limitará a la energía en sí, sino que también se reflejará en otros costos asociados a la distribución de energía, como salarios y mantenimiento de infraestructura.

A medida que nos acercamos a marzo, se espera que la Empresa Provincial de la Energía (EPE) también anuncie un aumento en sus tarifas, lo que sumará más presión sobre los consumidores.

Ante esta situación, Geese instó a los usuarios a ser conscientes de su consumo y a buscar formas de mejorar la eficiencia energética en sus hogares y negocios. Además, recordó que el 29 de febrero se llevará a cabo una audiencia pública para discutir el futuro de los subsidios en el sector.