Dos adolescentes, conocidas como "La Luchona" y "La Cucaracha", acordaron encontrarse en el Polideportivo Deliot para resolver sus diferencias en una pelea. Sin embargo, lo que comenzó como un enfrentamiento entre dos jóvenes terminó en caos y violencia cuando más de 300 personas se congregaron para presenciar el altercado.

La convocatoria se difundió a través de las redes sociales, generando una gran expectativa entre los jóvenes de la zona. La pelea estaba programada para las 20:00 horas, aunque algunos mensajes advertían a los espectadores potenciales que llegaran a las 19:30 por si las protagonistas llegaban antes.

El momento de la confrontación llegó en bulevar Seguí al 5300, donde las dos chicas se enfrentaron físicamente. Sin embargo, el encuentro rápidamente se salió de control cuando grupos afines a cada una de las participantes se involucraron en la disputa. La situación se tornó aún más peligrosa cuando la policía intervino para dispersar a la multitud.

Las fuerzas de seguridad utilizaron balas de goma para disuadir a los presentes y restaurar el orden. Las imágenes que circulan en las redes sociales muestran a decenas de motocicletas abandonando el lugar a toda velocidad, mientras cientos de jóvenes corrían en diferentes direcciones, tratando de evadir la acción policial.

Cabe destacar que cerca del lugar de la convocatoria se encontraba el club Unión y Progreso, donde se desarrollaban actividades deportivas. El estallido de los disparos generó pánico en toda la vecindad, especialmente entre aquellos que desconocían la situación que se estaba desarrollando.

Este incidente ha puesto de manifiesto la preocupante tendencia de utilizar las redes sociales para promover y difundir actos violentos. Además, revela la necesidad de fomentar la educación y el diálogo como herramientas fundamentales para la resolución pacífica de conflictos.

Las autoridades locales se encuentran investigando los sucesos de la noche, con el objetivo de identificar a los responsables y tomar las medidas necesarias para evitar que hechos similares vuelvan a repetirse en el futuro. La seguridad de la comunidad es una prioridad y se espera que se tomen acciones concretas para garantizarla.

En conclusión, lo que debería haber sido una simple confrontación entre dos adolescentes por un motivo trivial, terminó en un episodio de violencia que involucró a cientos de personas y requirió la intervención policial. Este incidente es un llamado de atención para reflexionar sobre la importancia de la resolución pacífica de conflictos y el uso responsable de las redes sociales.