“Nací prematuro, no llegué a los seis meses de gestación”, comenzó Tiraboschi en declaraciones radiales, y explicó que “estuve tres meses en incubadora y fui perdiendo la visión hasta quedar ciego”.

Pese a su condición de no vidente, Tiraboschi se muestra positivo y le encanta realizar diferentes actividades: “Disfruto mucho de todo. Siempre me gustó hacer cosas, hice patín, natación y ahora toco el violín”.

Con respecto a su experiencia en el patinaje, Pablo recordó que “fue maravillosa. Me guiaba por las dimensiones de la pista y lo hacía igual que mis compañeros”.

Debido a la corta cantidad de días que tenía al perder la vista, Pablo nunca llegó a ver los rostros de sus seres queridos, aunque sí se los imagina. De todas maneras, destacó: “Nunca me enojé con la vida por mi condición. Siempre le di para adelante pese a todo”.

Ahora, la vida de Pablo tuvo un giro total gracias a Lionel Messi. Es que el astro argentino, junto a su esposa Antonella Roccuzzo, le regaló unos anteojos con inteligencia artificial “que tienen una cámara de 13 megapíxeles y un lector de pantalla, que te dice los rostros de las personas, lee libros, billetes y códigos de barras, y hasta te dice los colores”.

Con respecto a Messi, Pablo contó que no lo conocía “pero siempre lo seguía por televisión y grito con toda mi fuerza sus goles”.

Por último, reconoció que el momento en el que recibió semejante regalo fue muy importante para él y detalló que junto a los anteojos, Messi también le regaló una revista suya para que pueda comenzar a darles uso.