En un escenario de contagios que sigue preocupando por su curva en ascenso, el gobierno provincial puso en marcha ayer el Consejo Ecónomico y Social integrado por entidades empresariales, comerciales, sectores políticos, sociales y religiosos. En este contexto, hubo buena receptividad a las políticas públicas para gestionar la pandemia y un pedido para acelerar la puesta en marcha de Santa Fe de Pie, un plan para apoyar a las pymes santafesinas. El viernes, cuando termine la prórroga de la etapa actual, habrá una decisión. Mientras tanto, el ministro de Gobierno santafesino, Esteban Borgonovo, puntualizó ante La Capital: “Con los sectores productivos y económicos seguiremos presentes, e incluso con la idea de reforzar el apoyo si fuera necesario ante una extensión de restricciones”.

Con más de 800 nuevos casos en Rosario registrados ayer y un 97 por ciento de ocupación de las camas de internación en la salud pública rosarina, el escenario de cara a una definición de cómo seguirá la cuarentena se torna complejo.

En la tarde, el gobernador Omar Perotti, la vicegobernadora Alejandra Rodenas, y el ministro de Trabajo, Roberto Sukerman, además de Borgonovo, mantuvieron una reunión virtual con un amplio listado de entidades. Entre ellas, la Bolsa de Comercio de Rosario, la Cámara Argentina de la Construcción, Federación Agraria, Asociación Empresaria, y entidades que representan al campo, a la industria, mutuales, CGT, CTA , organizaciones sociales, universidades y referentes religiosos.

El objeto del encuentro virtual fue para poner en común la situación de la emergencia sanitaria y considerar el aporte económico-financiero del Estado provincial para actividades y rubros que están sin actividad.

La intención de la Casa Gris fue dejar en claro que “los mismos esfuerzos que se están poniendo en el esquema sanitario también se buscan destinar en la reconstrucción y recuperación de la actividad económica, productiva e industrial”, deslizó un vocero gubernamental.

“Es una primera reunión para seguir charlando todos los temas de salud, producción y trabajo”, indicó un participante de la reunión para ahondar: “Nos encontramos con gran receptividad de todos los sectores”.

El ministro Borgonovo comentó tras el encuentro que “se trató de una muy buena reunión. Primero la ministra de salud, Sonia Martorano, hizo un informe de situación sobre cantidad de contagios y ocupación de camas de internación para luego concluir que Santa Fe está en un momento muy complejo y en especial el sur provincial”.

Tras coincidir con otro integrante del equipo gubernamental en la buena receptividad del Consejo Económico y Social, Borgonovo indicó que se solicitó que se implemente cuanto antes el plan Santa Fe de Pie (orientado a las pymes santafesinas).

Luego repasó los diferimientos impositivos, de tarifas de servicios, condonaciones de deudas y subsidios a diversos rubros para recordar que desde el gobierno “se sigue apoyando a los sectores que están cerrados y no se descarta para nada que se siga haciendo”. El funcionario enfatizó: “Vamos a estar presentes como lo venimos haciendo, incluso reforzaremos el apoyo si fuera necesario, si esto se extendiera”.

Otros voceros consultados aportaron más información al escenario que enfrente el gobernador Perotti. “Los números son preocupantes sobre todo de Rosario. No se puede dejar de lado que haya que cerrar todo 7 días para volver a un aislamiento o reducción mayor de la circulación y luego volver a evaluar. Los protocolos laborales están muy afinados. El tema es reducir los porcentajes de internados por heridos, lesionados, baleados y quizás la única manera de lograrlo es con la gente en sus casas”.

Este jueves, el gobierno santafesino tendrá un encuentro con los gastronómicos de la capital provincial como ya lo hizo la semana pasada en Rosario. Será una nueva chance de medir la temperatura y el humor social del sector y tener una referencia.

Por todo ello es que sobre la noche del miércoles y por los despachos oficiales ganaba terreno la hipótesis de continuar una semana más con las restricciones, pero con mayor refuerzo a los sectores afectados por las medidas.

Claro que del otro lado de la balanza muchos comercios presionan para abrir ante una asfixia financiera que los empuja tras semanas de inactividad. Una vez más, otra decisión difícil en plena pandemia.