Por ahora no trascendió cuál sería la decisión del mandatario, aunque una encuestadora contratada por la Provincia apura el procesamiento de la misma. Es que Perotti no quiere otra vez enfrentarse con una fuerte oposición de la población o con la directa rebeldía que ocurre en Venado Tuerto.

De todos modos en la Casa Gris existen opiniones diferentes,  por un lado los expertos sanitaristas aconsejan no abrir más actividades y por el otro quienes creen que un endurecimiento podría derivar en una mayor rebeldía difícil de contener y, por ello, apuestan a habilitar rubros. De hechos se estarían elaborando contrarreloj nuevos protocolos en pos de cumplir con este último cometido.

Entre las opciones que se están analizando aparece la opción de “imitar” partes de la últimas medidas llevadas a cabo en la Ciudad de Buenos Aires. Así se evalúa habilitar la apertura de locales gastronómicos con mesas dispuestas al aire libre con el distanciamiento correspondiente. De la misma manera se permitiría las puertas abiertas en comercios en general pero con un  protocolo aún más estricto del que existía previamente y con la advertencia de fuertes sanciones para aquellos que no la cumplen.

Todo este debate se da en un contexto donde la Nación manifestó públicamente su preocupación por la situación epidemiológica del sur santafesino y sobre todo por la posibilidad del colapso del sistema sanitario.

Opinión local

Mientras tanto desde la Municipalidad de Venado Tuerto insisten en permitir ciertas aperturas, de hecho ayer el jefe de Gabinete, Diego Miardovich manifestó que  “trabajo y producción deben ir de la mano de la salud”. Y al respecto, agregó: “No se puede vivir en cuarentena eternamente, en lugar de hacer lo que hicimos en la ciudad que es poder combinar el trabajo y la salud del mejor manera posible”.