Un reacomodamiento de internos de alto perfil que se produce desde hace tres meses en cárceles provinciales de Santa Fe es motivo de preocupación y de alarma en autoridades dedicadas a la investigación criminal, tanto en el Ministerio Público de la Acusación (MPA), el Organismo de Investigaciones (OI) como en el Ministerio de Seguridad de la provincia. Los desplazamientos dispuestos incumben a primeras líneas de organizaciones delictivas con seguimientos especiales como las de Esteban Alvarado, Alexis Camino, René Ungaro y Los Monos.

La situación de alerta surgió a partir de un memorándum interno del OI que detectó recambios de gran relevancia para la vida interna de los penales, considerados como posibles detonantes de conflictividad en áreas muy sensibles donde no solamente la organización de la convivencia interna debe ser sopesada para evitar incidentes, sino también los mecanismos de visitas de detenidos.

Los cambios dispuestos por la Dirección General del Servicio Penitenciario (SP) provincial preocupan en extremo en el MPA y son motivo de tensión política al interior del gobierno de Omar Perotti, donde la administración de prisiones ya no está bajo la esfera del Ministerio de Seguridad que conduce Marcelo Saín sino que fue restituida al Ministerio de Gobierno, a cargo de Esteban Borgonovo.

"Están jugando con fuego", señaló un alto funcionario del MPA alarmado por la redistribución de presos de importantes organizaciones criminales que, según el documento del OI, pasan de una cárcel a otra sin que se establezcan los motivos que fundamenten tales cambios.

En este marco, tal como publicara ayer este diario, se recuerda que el tema ya mereció un pedido de informes en la sesión extraordinaria que se celebró en la Cámara de Diputados de Santa Fe el jueves último.

René, entre comunes

Entre los movimientos considerados de gran relevancia hay uno del 17 de enero pasado cuando René Ungaro, condenado por el homicidio de Roberto "Pimpi" Caminos e imputado de organizar delitos violentos desde la propia cárcel, fue trasladado desde el pabellón 28 de alto perfil de Piñero al pabellón 13 del mismo penal, que según el memo es el ámbito histórico de su propia banda.

Con Ungaro fueron transferidos al mismo sector Julio Andrés "Negro" Albornoz, Carlos Jesús "Pelo Duro" Fernández y Joel Pucheta. Esas modificaciones se dieron unos días antes de la recaptura de Ariel "Teletubi" Acosta, el pasado 22 de enero, quien se había evadido del Centro de Justicia Penal (CJP) el 20 de diciembre de 2019. Actualmente Ungaro convive otra vez con miembros de su grupo como Albornoz, Fernández, Teletubi, Milton César entre otros, dice el informe del OI.

Al mismo tiempo se produjo la decisión de mover a miembros de la banda de los Caminos, junto a otros actores conocidos del campo delictivo del sur rosarino. Fernando Caminos, Emiliano Javier Avejera y Leandro Vilchez, alojados hasta entonces en el pabellón 15 de alto perfil de Coronda, terminaron alojados en el pabellón 28 de Piñero. Alexis Caminos, condenado por homicidio, sigue en Coronda en resguardo.

Estos traspasos implican mantener a figuras relevantes de bandas antagónicas en la misma cárcel. Y también haber sacado de pabellones de alto perfil a personas que según evaluaciones previas era prudente por cuestiones de seguridad mantener allí. Como preocupante antecedente del factor violento en estas mismas facciones surge el asesinato de Rubén "Tubi" Segovia, que el 24 de abril de 2018 fue atacado con 36 puñaladas y degollado por cuatro compañeros del pabellón 8 de Coronda, todos allegados a los Caminos luego imputados por este delito.

 
 
La operación de Alvarado

También es motivo de extrema preocupación el pedido de Esteban Alvarado de ser trasladado a un hospital para un tratamiento clínico por una afección verificada que requiere cirugía. En los fiscales que atienden sus causas, en la conducción del MPA y en el Ministerio de Seguridad están atentos a un peligro de evasión de un detenido al que reconocen recursos económicos, una perspectiva penal complicada por un horizonte de prisión perpetua y capacidad de movilizar influencia en ámbitos policiales jerárquicos, judiciales y hasta políticos.

Durante la feria de enero la defensa de Alvarado requirió el tratamiento de la patología que sufre (hemorroides) dada la cronicidad de la dolencia, acompañando informes médicos. En una audiencia en la que también se escuchó al fiscal, el 20 de enero, la jueza Silvia Castelli no hizo lugar a habilitar la feria para tratar este asunto, que según lo constatado no se presentaba como un cuadro agudo que requería la urgencia alegada por las defensas.

La magistrada señaló que la práctica debía efectuarse con posterioridad y que Alvarado debía tener garantizada la atención médica paliativa para su cuadro clínico. Se hacía constar especialmente que la Dirección del Servicio Penitenciario sugería en una nota (031/2020) que la práctica quirúrgica debía realizarse en un efector público y que ese órgano penitenciario debía ocuparse de la custodia necesaria.

Distribuidos

El informe del OI, que se encarga de asistir a fiscales en investigaciones complejas, consigna que la banda liderada por Alvarado se encuentra distribuida en dos pabellones de alto perfil en Piñero. En el 27 se encuentran Alvarado, su hermano Gustavo Ramos y su abogado Claudio Tavella. En el 29 están alojados seis policías de su entorno, cinco de rango jerárquico: Martín y Marcelo Rey, Luis Quevertoque, Cristian Di Franco, Javier Makhat y Angel Bini.

   En el Pabellón 4 de Piñero, que es de tipo común, están alojados tres sindicados sicarios de Alvarado: Jorge Laferrara y sus dos hijos Mauricio y Fernando. Una incorporación reciente, de potencial conflictividad, se dio en este pabellón con la llegada de Kevin Eduardo Acevedo y Brian Ismael “Pocha” Sánchez, sindicado como brazo armado de René Ungaro y, de acuerdo a reportes de inteligencia del OI, recientemente enemistados.

De un lado a otro

En el MPA no cayó nada bien que se resuelvan movimientos de internos considerados de alta peligrosidad sin comunicación a los fiscales que manejan sus causas.

   “Tiene que haber información de primera mano cursada a los fiscales en estos casos. No estamos hablando de suspicacias ni desconocemos que el Servicio Penitenciario tiene atribuciones sobre los detenidos. Pero estamos hablando de los actores acusados por delitos de gran violencia en Rosario en los últimos años. Tiene lógica que nos enteremos antes de los cambios y no después”, señaló una fuente de ese organismo.

   Los miembros o allegados a los Cantero que están presos en cárceles santafesinas en la actualidad están distribuidos en cuatro pabellones de Piñero, dos de ellos de alto perfil. En el 25 está Ariel “Viejo” Cantero junto Mariano Germán Salomón. Y en el 26, Ramón “Monchi Cantero” Machuca con Cristian González, Walter Jure y Rubén Darío Reyna.

   En ese contexto recientemente levantó recelo y desconfianza en el MPA y en el Ministerio de Seguridad el rumor de que un alto responsable del área penitenciaria recibió en su despacho a Monchi Cantero. “No pudimos confirmar que haya sido así pero son situaciones que no corresponden”, dijo una de las altas fuentes consultadas.