El hecho ocurrió cerca de las 21 en un local de comidas ubicado en barrio Centro 3 de Venado, mientras esperaban que las atendieran el niño se sentó en un escalón del ingreso. En la vereda estaba echado un perro que habitualmente suele andar por las inmediaciones. A los minutos oyeron gritar al nene que había sido arrojado al piso y era sacudido por un perro de gran porte ( creen que algún rottweiller o similar), mientras lo sostenía bajo suyo con sus patas.
Desesperada la madre intentó quitarle la criatura, ayudada por la gente del comercio y una policía que estaba en el lugar. Cuando pudieron sacárselo el panorama era aterrador, el nene bañado en sangre, con un profunda herida bajo el ojo. En ese momento la mujer policía Cintia Orellana, pidió a la madre que se tranquilizara y la acompañó al hospital en el patrullero liberando el paso para que pudiera llegar más rápido. Actitud de servicio valorable y necesaria en ese momento.
En el nosocomio lo atendieron y le tuvieron que poner algunos puntos donde las heridas eran mas profundas. Lo lamentable es que el perro no era conocido en el comercio y en la desesperación por hacer atender al niño nadie se fijó con detalle de que animal se trataba, pero se estima que debe ser de la vecindad, con lo cual los propietarios deberían evaluar los peligros que entraña dejar en libertad un animal de esas características.