“El año pasado fueron más de 100 cabezas y este año llevamos más de 50. Es una situación muy triste porque no sabemos qué medida adoptar, es insostenible la inseguridad”, afirmó.

En diálogo con LT9, detalló que los animales son faenados en el lugar y luego la carne se comercializa en la zona. “Para los empleados que andan recorriendo es difícil encontrar a los delincuentes. Es una zona de montes y pajonales. Entran con piraguas, faenan al animal y llevan la carne al pueblo para venderla”, dijo.

En ese marco, contó que tras reiteradas denuncias la Guardia Rural Los Pumas instaló un puesto móvil en la zona, pero la situación no mejoró, inclusive el año pasado se logró detener a dos ladrones “pero como el procedimiento estuvo mal realizado no hay imputados”. “No hay respuestas desde el Estado, tiene que controlar pero está ausente”, remarcó.