Milei y Pullaro lanzan ofensiva conjunta contra la “casta” en AFIP y el Poder Judicial

El gobernador santafesino y el líder liberal han declarado una guerra sin cuartel contra los “privilegios” en los organismos de justicia y recaudación. ¿Cuáles son las implicancias de sus discursos y medidas para la política y sus bases?

Política El domingoSOFIA ZANOTTISOFIA ZANOTTI
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En un movimiento que resuena con la retórica de la “Revolución Liberal”, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y el candidato presidencial Javier Milei, han intensificado su discurso contra la “casta” en la AFIP y el Poder Judicial de la provincia. Ambos líderes han hecho de los “privilegios” y los “curros” de estos organismos su nuevo blanco en la lucha por conquistar un electorado cansado de lo que perciben como ineficiencia y corrupción en el sistema.

La AFIP en la mira: Milei, en sus giras por el país, ha criticado con fuerza a la AFIP, acusándola de ser un órgano que abusa de su poder sobre los contribuyentes y ha prometido reducir sus capacidades. Este discurso ha hallado terreno fértil en una base de votantes que ve en la “casta” un obstáculo para su desarrollo económico. Entre las propuestas de Milei están la eliminación de privilegios y una profunda reforma del organismo recaudador.

Pullaro contra el Poder Judicial: El gobernador Pullaro, por su parte, ha emprendido una cruzada contra el Poder Judicial santafesino, acusándolo de ser ineficaz y de sostener estructuras obsoletas que dificultan la impartición de justicia. Pullaro ha propuesto un rediseño del máximo tribunal provincial y ha iniciado una serie de cambios en la administración judicial, con el fin de, según sus palabras, “mejorar el servicio de justicia”.

Ambos movimientos políticos no están exentos de controversia. En el caso de Pullaro, su proyecto de reforma del sistema judicial ha sido visto con desconfianza por algunos sectores que lo acusan de querer controlar la Corte. Milei, en tanto, se enfrenta al reto de sustentar sus promesas sin generar un caos en la administración fiscal. Lo paradójico de ambos discursos es que gran parte del personal de los organismos que critican son votantes que en su momento apoyaron a sus actuales críticos, un factor que podría repercutir en su base de apoyo.

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