Por los planes sociales y la inflación cada vez hay menos trabajadores en las cosechas argentinas

Mafias engañan a "trabajadores golondrinas" llevándolos a Brasil, dejando vacíos los campos de Misiones y generando crisis en la industria vitivinícola de Mendoza.

Economía20 de febrero de 2024Efy MullerEfy Muller
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Cítricos desperdiciados en los campos de Misiones por falta de mano de obra para recolectarlos.

En un escenario marcado por la creciente inflación y la persistencia de los planes sociales, la mano de obra en las cosechas argentinas se ve menguada, dejando a su paso campos desperdiciados y crisis en diversas industrias regionales.

Mientras que en la provincia de Mendoza se avecina una Vendimia amenazada por la escasez de recolectores de uva, en la Mesopotamia argentina, específicamente en Misiones, una red delictiva ha sido desarticulada por las autoridades brasileñas. Esta organización se dedicaba a engañar a cientos de "trabajadores golondrinas", llevándolos a Brasil bajo falsas promesas de empleo, vivienda y condiciones laborales dignas.

El modus operandi de estas mafias consistía en ofrecer oportunidades laborales a los cosechadores temporarios, aprovechándose de la precariedad económica y las dificultades laborales en Argentina. Sin embargo, al llegar a Brasil, la realidad era distinta: condiciones de vida inhumanas, falta de remuneración acorde y ausencia de las condiciones mínimas de habitabilidad.

Este fenómeno, lejos de ser aislado, refleja una problemática sistémica que afecta a diversas regiones argentinas. En Mendoza, la falta de cosechadores de uva pone en jaque la principal actividad económica de la provincia, mientras que en Misiones, Corrientes y Entre Ríos, los productores de cítricos y yerba mate ven cómo sus campos se despilfarran por la falta de mano de obra dispuesta a trabajar en condiciones legales y registradas.

La raíz del problema se encuentra en la combinación de políticas asistenciales poco efectivas y una economía nacional en constante deterioro. La percepción de que trabajar en blanco implica la pérdida de beneficios sociales ha llevado a muchos trabajadores a optar por la informalidad o, en casos extremos, a ser víctimas de redes delictivas que los explotan en condiciones de semiesclavitud en el extranjero.

Es urgente que las autoridades tomen medidas para abordar esta crisis laboral que afecta no solo a los productores y empresarios, sino también a miles de trabajadores que se ven atrapados en un ciclo de pobreza y vulnerabilidad. La lucha contra el tráfico de personas y la explotación laboral debe ser prioritaria, así como la implementación de políticas que promuevan el empleo digno y registrado como el camino hacia un desarrollo sostenible y equitativo para todas las regiones de Argentina.

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