El Gobierno presiona para que más petroleras bajen los precios tras la decisión de YPF

El Gobierno Nacional se apoya en la reciente decisión de YPF de reducir en promedio un 4% el precio de sus combustibles para generar un “efecto contagio” en el resto de las petroleras que operan en el país. La medida, que entrará en vigencia el 1° de mayo, busca consolidar un sendero de estabilidad de precios y aliviar la presión inflacionaria en un contexto de fuerte ajuste fiscal.

Desde la Casa Rosada, confían en que esta rebaja funcione como disparador para que otras compañías del sector, como Shell, Axion y Puma, repliquen la medida. Si bien hasta el momento las firmas privadas no confirmaron si adoptarán una postura similar, fuentes del mercado consideran probable que se sumen a la iniciativa con recortes de menor magnitud, como ocurrió tras la última baja de octubre.

El ministro de Economía, Luis Caputo, celebró la rebaja a través de sus redes sociales, destacando que “en esta nueva Argentina, los precios no son inflexibles a la baja” y subrayando que los valores de YPF quedaron un 9% por debajo de los de la competencia.

Esta movida se enmarca dentro de un plan oficial más amplio, que incluye postergaciones impositivas, apertura de importaciones y contención tarifaria. En particular, se volvió a postergar la actualización del impuesto a los combustibles —con un costo fiscal mensual superior a los USD 200 millones— para facilitar la baja aplicada por YPF.

Además, el Gobierno confirmó que en mayo aplicará solo un ajuste moderado en las tarifas de luz y gas, de alrededor del 2,5%, y mantendrá congelado el boleto de colectivos y trenes en el AMBA. Esta política de “anclaje” busca sostener la desaceleración inflacionaria registrada en abril, que según las primeras estimaciones privadas, habría sido menor al 3,7% de marzo.

Desde el Ministerio de Economía, también se cuestiona la política tarifaria de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, que continúan con aumentos mensuales en sus servicios locales. Al mismo tiempo, Caputo volvió a insistir en que “no hay motivos para que haya inflación” en el nuevo escenario económico, y anticipó futuras bajas en indumentaria, automóviles y servicios.

El mercado internacional también juega un rol clave en esta estrategia. La caída del precio del crudo Brent —producto de una menor demanda global y el incremento de oferta fuera de la OPEP+— brinda a las petroleras márgenes para aplicar descuentos sin comprometer su rentabilidad.

Con esta medida, el Gobierno apunta a consolidar una narrativa de desaceleración de la inflación, basada en disciplina fiscal, estabilidad cambiaria y presión sobre sectores reticentes a acompañar los lineamientos oficiales.