El Gobierno disuelve el programa Procrear y promueve hipotecas divisibles para facilitar el acceso a la vivienda

En un giro significativo hacia la reestructuración del sector de la vivienda, el Gobierno de Javier Milei ha anunciado la disolución del programa Procrear, creado en 2012 bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. El decreto, publicado en el Boletín Oficial, formaliza la eliminación del Fondo Fiduciario que sustentaba este programa, lo que marca el fin de las líneas de crédito subsidiadas por el Estado.

La medida, firmada por el presidente Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Economía Luis Caputo, subraya las dificultades de acceso a la vivienda derivada, en gran parte, por la alta inflación y la falta de estabilidad económica. Además, el decreto argumenta que la financiación de viviendas debe ser competencia de los bancos comerciales, tanto públicos como privados, eliminando así la necesidad de la intervención estatal.

Una de las alternativas a este programa será la implementación de hipotecas divisibles, introducidas con el objetivo de dinamizar el mercado inmobiliario. Este sistema permitirá la subdivisión de inmuebles destinados a proyectos inmobiliarios, favoreciendo la creación de nuevas unidades habitacionales, sin necesidad de intervención directa del Estado. Los proyectos en desarrollo podrán acogerse a este nuevo régimen, que busca aumentar la oferta de viviendas y reactivar el sector económico.

El gobierno justifica esta decisión en los resultados negativos del Procrear, mencionando que su gestión se había vuelto ineficaz, con demoras en la entrega de viviendas, gastos innecesarios para el Tesoro y una falta de transparencia. Además, se señala que la dependencia del fondo fiduciario no cumplió con los objetivos establecidos, lo que motivó la eliminación del programa y el traspaso de la gestión de los créditos al Banco Hipotecario.

Con la eliminación de este fondo, el Ministerio de Economía se encargará de la liquidación del mismo, gestionando la continuidad de los créditos bajo las condiciones previas. De esta forma, los beneficiarios actuales no perderán los beneficios otorgados, pero el modelo de financiamiento cambiará, buscando una mayor participación del sector privado.