Autoridades de la AFD recorrieron lugares por la inversión del crédito para Ambiente

En el marco del proyecto “Biodiversidad para la Acción Climática”, el gobierno de Santa Fe, a través del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático, avanza en el diseño de las obras de infraestructura para la restauración de la biodiversidad dentro de las áreas protegidas y la construcción de centros de innovación, investigación y formación, acciones que tienen como objetivo proteger la biodiversidad, fortalecer programas, espacios destinados a la educación ambiental y fomentar el turismo sostenible. Estas tareas se ejecutarán con el crédito de 65 millones de euros otorgado por la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD).

Esta semana el gobernador Maximiliano Pullaro, junto al ministro de Ambiente y Cambio Climático, Enrique Estevez, recibieron a los integrantes de la comitiva de la AFD: Karen Colin De Verdiere, jefa de proyectos Ambiente y Agricultura; y Lorena Charas y Tomas Le Louarn, representantes de la agencia en Argentina, quienes previamente recorrieron la provincia para validar el destino del crédito. En el marco de esa recorrida, la comitiva de la AFD estuvo, entre otros lugares, en el Centro de Rescate, Protección y Conservación de la Fauna “La Esmeralda”, en la capital provincial.

Obras previstas

El plan cuenta con cuatro segmentos de acción. El primero es la restauración de la biodiversidad mediante el financiamiento en infraestructura (o puesta en valor de las mismas) e intervención en Áreas Naturales Protegidas y Sitios Ramsar, así como áreas de gran valor ecosistémico, paisajístico y/o ambiental. Se proyectan obras de infraestructura sostenible; soluciones basadas en la naturaleza; desarrollo de ecoturismo; Centros de Conservación y Protección de Fauna; investigación, desarrollo e innovación; y equipamiento general e insumos. 

El segundo componente contempla el fortalecimiento de capacidades y seguimiento ecológico a través de la puesta en valor del Centro de Rescate, Protección y Conservación de Fauna “La Esmeralda” en la ciudad de Santa Fe, lo que incluye un nuevo acceso, clínica de atención veterinaria de vanguardia, centros de Innovación Climática y de Conservación y Protección de Fauna, desarrollo del turismo educativo, y la ejecución del edificio sede del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático.

El tercer aspecto del proyecto está relacionado con la investigación, el desarrollo tecnológico y educativo a través de la creación de Centros de Innovación Climática en 10 localidades de la provincia, cada uno con el respectivo equipamiento y tecnología multimedial, para sumarlos a la infraestructura de los gobiernos locales. Estos centros contarán con espacios para visitantes, para la investigación científica y dedicados a la Educación Ambiental y Energías Renovables. Algunos de estos centros se ubicarán en las ciudades de Avellaneda, Rafaela, Rosario y Santa Fe.

Finalmente, se contempla también brindar apoyo técnico a los equipos ejecutores; cooperación técnica para el desarrollo de pliegos de obras; dispositivos de educación ambiental en los Centros de Innovación Climática; formación y capacitación en guardas ambientales; y elaboración de estudios de impacto socio-ambiental con perspectiva de género.

Recorrido del crédito

En enero pasado la Legislatura autorizó al Poder Ejecutivo para avanzar en las tratativas con la AFD con el objetivo de tomar un empréstito de hasta 65 millones de euros -o su equivalente en otra moneda-, para el financiamiento del proyecto de biodiversidad para la acción climática. Cumplido ese paso, en febrero los gobiernos de Santa Fe y Francia firmaron el acuerdo, con un plazo de 15 años, y un plazo de gracia para el capital de 60 meses posteriores a la firma. 

Este acuerdo marca un hito histórico, ya que se trata del primer préstamo directo de la AFD a una provincia argentina, sin garantía federal. Además, es el primer proyecto “100% biodiversidad” de dicha agencia. Las áreas naturales protegidas santafesinas la ubican como un contribuyente clave para que Argentina alcance la meta 30x30 del Marco mundial de la Biodiversidad, que insta a transformar el 30% de superficie de nuestro planeta en áreas protegidas hacia el año 2030.

A su vez, la iniciativa contribuye directamente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente los centrados en la lucha contra el cambio climático y la protección de la vida terrestre.