En las primeras luces del día, Gonzalo Chiang y su fiel compañero Sam recorren el extenso parque de Santiago de Chile, recolectando desechos mientras trotan. Esta actividad, conocida como "plogging", fusiona el ejercicio físico con el cuidado del medio ambiente, y es impulsada por Chiang, un abogado de 38 años, y su border collie.

El "plogging", término que combina "plocka" (recoger en sueco) y "jogging" (trotar en inglés), se ha convertido en una práctica global para combatir la contaminación. Aunque popular en varios países, Chiang y Sam se destacan como pioneros en Chile, un país que enfrenta desafíos en el manejo de residuos.

Chile recicla solo el 3,1% de sus desechos no peligrosos, según datos de la Cepal, quedando por debajo del promedio regional. Consciente de esta realidad, Chiang ha convertido su rutina en una oportunidad para hacer una diferencia. En más de dos años, ha recorrido miles de kilómetros, recolectando botellas y latas que luego son recicladas.

El compromiso de Chiang va más allá de la acción individual. A través del "Sambombazo Project", anima a otros a unirse a esta causa, demostrando que pequeños gestos pueden tener un gran impacto en el cuidado del medio ambiente.