Un informe publicado por el Wall Street Journal detalla cómo una tripulante de cabina, mientras servía la comida a los pilotos, accidentalmente activó un interruptor en el asiento del comandante, desplazándolo hacia adelante y empujando al piloto contra los controles del avión. Esta acción provocó la desconexión del piloto automático y un brusco descenso del avión, resultando en el accidente que dejó a más de 50 personas heridas.

Según la información preliminar, el interruptor activado por la azafata, destinado a mover eléctricamente el asiento para guardarlo, se habilitó inesperadamente cuando el piloto se encontraba sentado en él, aparentemente con las piernas cruzadas.

Tanto Latam como Boeing han declarado estar colaborando con las autoridades en la investigación del incidente, pero no han ofrecido comentarios específicos sobre el informe del Wall Street Journal.

El Boeing 787 de Latam transportaba a 263 pasajeros y 9 miembros de la tripulación cuando aterrizó de emergencia en el aeropuerto de Auckland, en Nueva Zelanda, luego del repentino descenso en pleno vuelo.

La información difundida coincide con un próximo instructivo de Boeing sobre el interruptor en el asiento del 787 Dreamliner, mientras que Air Current previamente destacó un informe sobre un movimiento inesperado del asiento del piloto como foco de la investigación.