La pequeña localidad de Aarón Castellanos, ubicada en el confín del departamento General López, fue seleccionada por la Secretaria de Turismo de la provincia de Santa Fe para participar de la elección nacional de los pueblitos rurales más lindos de la Argentina (Best Tourism Villages).

La Secretaría de Turismo de la Nación deberá elegir ocho pueblos de distintas provincias de nuestro país y que luego nos representarán en este evento mundial.

Esta iniciativa internacional busca reducir las desigualdades regionales en ingresos y desarrollo, luchar contra el éxodo rural y la despoblación, promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y los jóvenes y potenciar la educación y la adquisición de destrezas.

La Secretaria de Turismo de Santa Fe cuenta con tres direcciones. Norte, Centro y Sur a la que pertenece Aarón Castellanos. La directora en la zona Sur es la ex diputada provincial de Melincué, Claudia Rosenthal (UCR), quien fue una de las que propuso competir con la localidad de Aarón Castellanos.

Hasta el momento es la única representante de nuestra provincia aunque no se descarta que las otras dos direcciones o zonas, (norte y centro) elijan alguna localidad para elevar a Turismo de la Nación. En el pueblo se entusiasman con la idea de competir por ser el más lindo del mundo.

La localidad que resulte electa de Santa Fe (aunque por el momento sólo se encuentra Aarón Castellanos) competirá con otras localidades a nivel nacional y de allí saldrán ocho que representarán a nuestro país este año en el Best Tourism Villages. En la edición 2023 fue elegida como mejor pueblo del mundo la pequeña localidad de La Carolina (San Luis).

La localidad puntana se encuentra a 86 kilómetros de la ciudad de San Luis, a una altitud de unos 1.600 metros sobre el nivel del mar. La villa, nacida del deseo de explotar los recursos minerales, recibió el nombre de “La Carolina” en honor a Carlos III de España.

En Aarón Castellanos, lo rural se mezcla con lo urbano ya que un simple recorrido por el pueblo permite observar que una pequeña granja, (con patos, gansos, chajá, ovejas y hasta una cigüeña), se encuentra en el corazón mismo del pueblo y a metros de un convento.

Lo que geográficamente se podría denominar el centro del pueblo aunque sus propios vecinos se rían de esa apreciación. "En Aarón todo es centro y todo es barrio", dijo una vecino que celosamente pidió preservar su identidad. Es que son pocas las cuadras de la pequeña localidad más allá que en términos concretos se encuentra bastante "desparramado".